Cap 47

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Pov Mai.

Sentí una punzada en mi pecho, sus palabras fueron como una estaca. Sentí lo que los vampiros sentían al ser apuñalados con eso.

—Pfff, ¡Solo mira tu cara!

Arturia se hecho a reír. Me sonroje, estaba enojada.

—¿Q-qué cara pretendes que pongas cuando me dices eso?

—Es que, realmente no me quería casar con mi mejor amiga.

En ese instante ella se abalanzó sobre mí, mi cuerpo quedó recostado sobre la hierba, Arturia estaba sobre mí, sus manos a los lados de mi cabeza.

—¿E-entonces con quién?

Pregunté estando nerviosa por su respuesta. ¿Por qué me sentía triste?

—Yo me quiero casar con mi novia.

—¿Tienes novia...?

Tragué saliva, pero saliva inexistente, ya que tenía la garganta seca, no pude decir nada más, mis cuerdas vocales dejaron de funcionar, tenía un nudo en ellas.

—Aún no.

Al ver mi silencio ella decidió ser más directa.

—Y quiero que mi novia seas tú.

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¡Aviso importante! Esto no lo ve Maki, solo es un recuerdo apartado de lo que Mai le permite ver a nuestra Kishimoto favorita.
¿Por qué lo añado? Pues para que se vea el desarrollo de la relación de Arturia y Mai.
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—Artur...

—No me llames así —ella sonrió apartando el cabello de mi cara—. ¿Qué dices? La verdad es que ya no puedo ignorar estos sentimientos... Y menos cuando ni siquiera sé si de verdad deseas lo qué pasará en unos años.

—¿Tú... Me amas...?

—Te amo. —dijo ella con firmeza.

—...

No respondí, estaba asimilando sus palabras.

—Entiendo que no sientas lo mismo... Después de todo nos hemos criado como hermanas.

Con una mueca de disgusto iba a incorporarse, pero agarre el cuello de su camisa y la acerqué a mí.

—No entiendo del todo esos sentimientos tuyos... Pero creo que siento algo parecido.

Ahora era ella la que estaba en silencio.

—La verdad es que muchas veces me cuestioné si de verdad querías hacer eso...

—Lo quiero hacer, es lo que más deseo... Que seas solo mía. —dijo mirando mis ojos.

Mi mente se perdió en ese cielo que llenaba mi cabeza y cuerpo de paz, una paz increíble, ya que si estaba con ella, no necesitaba nada más.

—Yo...

No me dejó hablar más... Sus labios se juntaron con los míos, abrí los ojos con sorpresa, ¿Qué debía hacer?

Sus labios se movían con torpeza al igual que los míos. No sabía bien como corresponder, después de todo era mi primer beso.

Un pequeño rato después agarramos el ritmo adecuado para un beso decente, ella sonrió y culminó mordiendo mi labio y jalando ese mismo con sus dientes de manera delicada.

—¿Eso significa que eres mi novia? —preguntó ella con una sonrisa.

Asentí aún embobada con su sonrisa y por lo sucedido segundos atrás.

Sentimientos EncontradosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora