Cap 19

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—Sheyla —llamé a mi sobrina desde el otro lado de la puerta.

—¡Quiero dormir...! —gritó desde su cama.

—Despierta, se te hará tarde para llegar —seguí tocando con insistencia. Íbamos tarde, según lo que le dije.

Suspiré y la deje, era su problema si llegaba tarde.

Terminé conmigo y salí de la casa. Yo caminaba con tranquilidad ya que estaba a buena hora, no necesitaba ir apurada.

—Hey, Maki  ¿Qué tal?

Me giré un poco y ví a Ángel.

—Profesora Maki, en horas de clases, por favor —le dije y seguí con mi camino.

—Ya, ya, perdón... ¿Y Sheyla?

—Se quedó en casa, no se quiso levantar —levanté la mirada para poder verlo a la cara— deberías de llamarla para ver si se digna a venir a clases.

—Eso haré —sonrió—. ¿Y Hanna? ¿Sabes algo de ella?

—¿Cómo? ¿No sabes en dónde está? —me preocupe un poco.

—Desde ayer que se fue con Scarlett no he sabido nada de ella, y pues, quería saber cómo está. —me dijo ya entrando al instituto.

—Mmm, así que con esa chica... En ese caso pregúntale a ella, no a mí. —le dije con enfado y me dirigí a mi aula.

—Oye, ¿Por qué te molesta conmigo? —me persiguió.

—Si tanto quieres saber de ella, ve a buscar a Scarlett y a preguntarle, yo no sé nada.

—¿Acaso...? ¿Estás celosa de Scarlett? —él me miró con una sonrisa divertida.

—Para nada, ¿Por qué debería de estarlo?

—Jajajaja, vale, te creo. Iré a buscarlas...

Él se paró en seco justo en la puerta.

—Si la encuentro, te envío un mensaje.

—Sí. —dije y Ángel termino por irse.

Yo comencé a escribir en la pizarra para ir adelantando un poco. Tocaba matemáticas.

Mientras escribía me llegaron pensamientos los cuales me preocuparon. Hanna había entrado a su casa junto con Scarlett, pero me asegure de que mi hermano se fuera. ¿Y sí luego de que me fuí él volvió? Ah, maldición.

—Buenos días.

Una voz me hizo volver a la tierra y volteé a ver quién era. Fruncí el ceño al ver a esa alemana tan molesta.

—Buenos días, Scarlett. —dije a secas.

—¿Cómo está? —preguntó con una sonrisa.

—Bien.

—Eso es bueno.. —ella miró fuera del salón y luego volvió cerrando la puerta—. ¿Por qué ayer nos perseguía a mí y a Hanna?

Pare de escribir al instante, quedé de piedra. ¿Se dió cuanta? Ah, mierda.

—¿Y cómo por qué yo las estaría persiguiendo? ¿Sabes? Tengo cosas más importantes que hacer. Realmente no tengo tiempo de estar con esas tonterías.

—No te hagas la idiota, profesora. Te ví, y me parece de mal gusto que nos hayas estado espiando. —dijo para cruzarse de brazos.

Suspiré ya cansada.

—¿Qué es lo que quieres, Scarlett?

—Que dejes a Hanna en paz, eso es todo —puso su bolso en su asiento correspondiente y se quedó parada mientras me veía.

Sentimientos EncontradosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora