𝐊𝐎𝐎𝐊𝐌𝐈𝐍 | ❝Jungkook sabía que lo que hacía podía parecer malo, pero no le gustaba tener que ver los rostros de niños y niñas tristes porque no tenían un papá. Así que, ¿por qué no ayudar a las y los Omegas solteros aunque sea unos días?
No t...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Cuando era pequeño poco entendía porque estaba rodeado de tantos niños. De hecho, solía quedarse en su habitación (qué también compartía con cuatro niños) mientras sostenía un peluche al cual abrazaba con cariño. Tampoco hablaba demasiado con los niños de su edad, ellos lo invitaban a jugar, pero solía decir que no solo moviendo la cabeza en negación. Solía verlos jugar a través de la ventana, había un enorme patio con varios juegos mientras niños y más grandes solían compartir ese patio.
-Oh, ¿qué haces aquí cariño? -giró un poco la cabeza al notar que ahí estaba la señorita Jang, a quien solían llamar Madre, además de que tenía un aroma muy lindo, fresas y lavanda- Deberías salir a jugar. ¿Ocurre algo?
-N-nada -respondió para después apoyar su cabeza en la del oso de peluche.
-Ese "nada" no me parece corazón -Madre sonrió y se sentó en su cama para después acercarlo y sentarlo en su regazo-. Pareces triste, ¿quieres hablar de eso?
Su respuesta, solo un movimiento de cabeza negando al respecto sin soltar el oso de peluche.
-Bueno -murmuró Madre y besó tiernamente su cabeza-. Entonces, ¿quieres ayudarme a preparar algo para nosotros?
Koo, asintió fervientemente, porque Madre solía preparar deliciosos pastelillos o le invitaba ricos dulces, que después de que los demás terminaran de jugar, también recibían y disfrutaban llenando de halagos a Madre que sonreía con ternura. No era la única mujer que estaba con ellos, pero todos podían decir que era la más amorosa con ellos, ya que, Seok no sabía contar porque ese curso lo tomaría al siguiente año, según decían, eran muchos niños que vivían en ese enorme lugar.
Lugar al que solían llamar hogar.
Bajaron las escaleras y llegaron a la cocina, donde estaban más mujeres bromeando, saludó con una pequeña reverencia siendo anunciado por Madre ya que él no dijo nada. Le pusieron un pequeño delantal y un gorrito para cubrir su cabello ahora largo porque la siguiente semana vendría el peluquero; sonrió mostrando sus dientes pequeños. Ayudó a poner la harina, huevos, leche, mantequilla, vainilla entre otros ingredientes, prepararían panqueques según escuchó decir.
-No creo que los niños coman tanto -una de las mujeres decía mientras los veía preparar la mezcla-. Y sabes que ni hablamos del dulce de leche o miel, son demasiado revoltosos.
-No lo digas así MiSuk -murmuró Haneul con cierta molestia-. Son niños, es normal que se diviertan. Ahora, si me haces el favor, agradecería mucho que busques si hay la cantidad suficiente de miel y dulce de leche.
Koo no entendió la situación, menos porque la frente de Madre se arrugó un poco mientras miraba a la otra mujer. Ellas seguían conversando mientras él miraba a su alrededor en silencio.
-¡Oh, cierto! -exclamó Madre con alegría- Nos vendrá a visitar el señor Jeon, ya saben, el abogado que suele visitar los hogares para ayudar en lo que nos haga falta.
