La mañana tenía un toque cálido que Yoongi disfrutó al momento de ingresar a su auto. Toda la madrugada se la pasó pensando en las posibilidades que tenía al alcance de sus manos, y luego de un exhaustivo análisis, por fin había llegado a una conclusión.
Los laboratorios clandestinos que pertenecían a su organización estaban bajo el mando de Gao, quien a su vez era un importante socio chino con quien ha tenido un par de negociaciones que le han resultado bien. A ese hombre le había encargado el cuidado de su esposa, y es por ello que en esos momentos se encontraba de camino al laboratorio central.
Pocos minutos de viaje y ya se encontraba frente a la construcción de aspecto descuidado. Yoongi bajó del auto e inmediatamente hizo su ingreso, siendo saludado por los vigilantes, quienes le reconocieron como el líder del Dragón Negro.
—Alfa Min —una voz femenina le hizo voltear, encontrándose a la beta encargada del lugar—. El señor Gao informó acerca de su llegada.
—¿Dónde la tienen? —decidió ser directo, pues no contaba con mucho tiempo.
—Sígame, por favor.
Ambos iniciaron a caminar por las lujosas instalaciones que distaban mucho de la fachada exterior. Al ser un punto cerrado los estragos del celo aumentaron en el alfa, sentía su cuerpo ardiente hasta el punto de volverse insoportable, con un leve dolor de cabeza que amenazaba con destruir la poca serenidad que tenía. Sin embargo, los deseos sexuales estaban completamente controlados gracias a los muchos inhibidores consumidos.
—¿Ha dado problemas? —inquirió en algún punto del camino.
—Ninguno que no podamos controlar —respondió la mujer, sin detener sus pasos.
—¿No ha tenido comunicación con nadie?
—No, señor. Tampoco lo ha solicitado.
La beta pasó la tarjeta de identificación sobre el panel de acceso, pocos segundos después las dos puertas de vidrio templado fueron abiertas, revelando un pasillo estrecho con una única puerta de metal.
—Infórmale a Gao que la fase dos está por comenzar —ordenó, para luego abrir la puerta que lo dividía de su esposa.
El interior consistía de una sala perfectamente estructurada. Una cama amplia de sábanas blancas con un armario del lado derecho, un pequeño sillón y una puerta que indicaba la entrada al baño. Sin ventanas que pudiesen proporcionar un mínimo resquicio de luz.
Seulgi se encontraba sentada en medio de la cama, la presencia del alfa fue fácil de notar, pero ella no demostró cambio alguno. Temerosa de que lo que su boca soltara la terminara de condenar.
Yoongi sonrió de lado, cerró la puerta y arrastró una silla hasta dejarla frente a la omega donde se sentó. Permaneció en silencio, permitiendo que sus ojos escrutaran a la chica sin ningún tipo de cuidado, mientras que su olfato se vanagloriaba con el temor que la omega expulsaba de forma inconsciente.
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ɢᴀ́ɴsᴛᴇʀ ᵞᴹ
De TodoDefender el poder en el bajo mundo, significa saborear la sangre que cada rival tiene para ofrecer. Min Yoongi es una bestia, un lobo sanguinario que lidera el terror vivo bajo una organización que ha ganado su respeto a costa de balas. Él ama el pl...