Valioso.

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"Sus latidos vuelven a la normalidad"

"No, esta perdiendo sangre"

"¡Saca la bala rapido!"

....

Esperando afuera del quirofano, caminando a un lado a otro ¿Todo esta bien? ¿Todo está mal? ¿Es mi culpa?

Fueron sus horas más largas, horas eternas sin salir de ese pasillo, esperando respuestas, Sesshomaru caminó y llegó a una máquina expendedora de alimento, saco algunas monedas de su bolsillo y se compró un jugó.

El doctor salió del quirofano y se dirigió directamente a Sesshomaru, Sesshomaru lo miró y el doctor habló.
—Necesito hablar con un adulto ¿Tu madre está por ahí?—.

Inmediato Sesshomaru preguntó, ni siquiera respondió a la pregunta del doctor —¿Como está Rin?— Sesshomaru apreto un poco el jugó.

El doctor suspiró ante la pregunta —Ella esta bien, pero por favor, llevame con tu madre muchacho.—

Sesshomaru se dio cuenta de que no valía pena ponerse a discutir con el doctor, pero el sólo quería que Rin estuviera bien, así que asintió y caminó a la sala de espera que era donde estaba su madre tomandose un cafe.

Sesshomaru dejo que el doctor hablara con su madre, y quiso alejarse, por algún motivo sentía que ya no quería estar ahí, quería que las luces se apagarán, que el estuviera sólo, así no nadie saldría lastimado, cuando el vivía en Noruega no le importaba absolutamente nada, lo único que había perdido era a su padre, no podía dormir ni cerrar los ojos, pero ahora eso no era tan grave como lo que estaba pasando ahora, si pensaba bien, le gustaría retroceder en el tiempo y obligar a su madre quedarse en Noruega.

Sesshomaru aún mantenía aquel jugó en su mano, lo apretaba como si fuera una pelota anti estrés, por suerte era una botella, lo que es más resistente a una simple caja, él mirana al doctor y a su madre conversar seriamente, pero de un momento a otro Sesshomaru noto que faltaba alguien. ¿Y Kagura?
Sacó su celular y marcó, llamó hasta que se cansó, y para la mala suerte no contesto, ni el visto dejaba en los mensajes. Por supuesto que algo había ocurrido, pero no era momento de pensar en cosas malas, ahora le importaba Rin.

Irasue terminó de conversar con el doctor, ella muy pensativa se acerco a su hijo, toco su hombro suavemente, claro, ya era momento de marcharse a casa. Al día siguiente Irasue no fue a trabajar, se habia levantado más temprano de lo habitual, dejo que Sesshomaru durmiera, ella no tomo desayuno, lo único que hizo fue levantarse, vestirse y salir caminó al hospital.

Jaken limpiaba una de la habitaciones que estaba vacía, aparte de limpiarla acomodo ciertos muebles que Irasue había mandado a buscar, Sesshomaru despertó a las horas después, no quería levantarse, no estaba de ánimos, se quedo allí recostado hasta que entro Jaken suavemente, pensó que Sesshomaru estaba dormido, pero al verlo despierto trago saliva e hizo un millon de referencias disculpándose por entrar sin avisar.

Sesshomaru solo lo miraba haciendo el ridículo. —Jaken—

Jaken se detuvo al escucharlo su nombre y mantuvo la reverencia
—Digame mi amo bonito—

Sesshomaru se sentó en la cama, tomo uno de sus cómics el cual estaba tirado en el suelo, y se lo lanzó en la cara.
—Deja de hacer el ridículo... ¿Mi madre?— Preguntó finalmente Sesshomaru.

El Destino De Conocerte (Sessirin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora