No todo es color de rosa.

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Esa tarde nos la pasamos llorando, abrazándonos, hablando y confesando. Mis ojos estaban hinchados, como los de papá y mamá, de tanto llorar.

En la noche, mi papá se fué a un apartamento que había alquilado y Louise se fue a casa. Hoy me fui a la cama sintiendo toda la paz del mundo. Aunque no estaba segura de algo, Cómo sería mi vida ahora? Me había pasado todos estos años odiando a los hombres, huyendo de ellos y planeando estrategias para alejarme aún más de ellos. Pero ahora había perdonado a mi papá y tenía novio. Se supone que ya no debería ser androfóbica, pero siendo sincera, a veces me mareo cuando estoy con Louise. Por cierto, dónde está? Ya son las 12 am y todavía no llega. Será que no vendrá? Bueno, es algo tarde, así que seguro no vendrá.

--Louise P.O.V--

Llegué a casa un poco tarde con todo el asunto de Rebbeca y su familia. Fue una tarde muy emotiva, realmente me tocaron las escenas de Rebbeca y su papá abrazados y llorando uno en el cuello del otro. Ya eran las 11:30 pm cuando llegué a casa. Mis padres me estaban esperando en la sala de estar.

Me acerqué a ellos algo dudoso y mi paso lo decía todo.

- pasó algo? - pregunté, una vez cerca.

- Louise... - empezó mamá con un tono que no podía significar cosas buenas. Papá solo miraba al suelo, enredando sus dedos entre sí, señal de que estaba nervioso.- sabes...? Lo que tenemos que decirte... Para ti no han de ser buenas noticias... - esa ultima frase me puso los nervios de punta. Que podrá ser? Estaba ansioso de que hablara, la curiosidad me carcomía por dentro. Sin embargo...

- pero, lo siento, tendrás que esperar a mañana para saberlo. Así que ahora vete a dormir, porque mañana tienes una de las reuniones más importantes de las que tendrás jamás.

Nunca, jamás en la vida, había sentido tanta angustia, preocupación, ansiedad, miedo y nerviosismo juntos. Ningún exámen, ni travesura cobrada, ni situación en mi vida habían causado que tantas emociones negativas se agolparan dentro de mi. Ya eran las 2: 40 am y todavía estaba mirando el techo de mi cuarto. La idea no dejaba de rondar en mi cabeza y me había robado el sueño.

Finalmente me decidí a llamar a Rebbeca, aunque no estaba seguro de que contestara por lo tarde que era. Solo llegó a soñar una vez y lo levantó bastante rápido.

- Louise! Estas bien?!

- Rebbeca... Por qué estas sobresaltada?

- son las 2: 40 am y núnca llegaste para dormir, no podía dejar de pensar en si te pasó algo. Me preocupaste mucho, sabías? No vuelvas a hacerme eso.

No pude evitar liberar una ligera risilla por lo tierno que había sonado eso. - lo siento, amor, no lo volveré a hacer.

- más te vale... Qué ocurre? - preguntó.

- Rebbeca... - empezé, no sabiendo como decirlo todo. - ...mis padres me estaban esperando cuando llegué... Me dijeron que tenían malas noticias para mi...

- Louise... - dijo, notándose preocupada. - esta todo bien?

- no... Me han dicho que espere a mañana, porque mañana tendré una de las reuniones más importantes que tendré en mi vida... Estoy muy nervioso... Son malas noticias, de que se tratará? - hizo silencio un momento.

-... Tranquilízate, no hay nada que no puedas afrontar.

- si, pero no solo. Rebbeca, quiero que vengas a mi casa mañana. Necesito que estés aquí a las 7:00 am.

- de acuerdo, allá estaré puntual.

- de verdad eres la mejor novia del mundo.

- en buenas y malas, Louise, recuérdalo. - y con esa frase terminó la llamada. Seguí despierto toda, toda la madrugada, completa, no llegué si quiera a dormir 5 minutos.

Si el cielo fuera carmesí. [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora