Eres más molesto que tener que comer verduras

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Rebbeca P.O.V.

- ¡¿Por qué le dijiste todas esas groserías al hermanito de Louise enfrente de sus padres?! - al parecer estaba un poco enojada.

- El chico es como yo, me di cuenta de inmediato. - intenté explicar. - Solo le caería bien si le insultaba, porque asi es como el habla también.

- Pero... ¿no pudieron ser unas groserías menos groseras? - miró a otro lado, pensando. - Debiste ver sus caras...

- ¿Escuchaste lo que intentaron murmurar? Estaban sorprendidos porque le caí bien a Charlie.

Hizo una pausa, suspiró y luego besó mi frente. - Descansa... te quiero.

- Tu igual. Te quiero un montón. - le sonreí. Ella se fue y yo me volvi a dormir.

Al otro dia, en el colegio, tenía un sueño del carajo por no dormir dos noches seguidas. Para colmo, me tocaba literatura dos periodos y estaba como una asesina psicópata. - ¡¿acaso se volvio loco?! ¡Ya le dije que no, asi que déjeme en paz, idiota!

- ¡Tendrás 1 hora de detención por esto! - gritó con cólera.

- ¡Al demonio con la detención! ¡Al demonio con su clase! ¡Al demonio con usted! ¡Al demonio con esta estúpida escuela! - si, sé que exageré, pero a veces me harta que me pregunten cada dia por la tarea si siempre digo que nunca hare eso. Al fin llego el receso y podia dormir un momento.- Dios... tengo tanto sueño que podría dormir por un mes...

- ¡Hola, Lola! - volvió la misma irritante voz.

- Esto no puede ser cierto... Oye, necesito dormir, si vas a estar aqui, no hables.

- Wow... - exclamó sorprendido.

- ¿Qué?- bufé.

- No me echaste...

Hice una larga pausa mientras peleaba con cada pensamiento que me cruzaba por la cabeza. - Ya cállate. - todo... lo que quería... era... dormir.

- ¡Lolita! - se unió John a mi fiesta de fastidio. - Oh miren, Louise esta aqui.

- ¿Qué hay, muchachos?

Pero qué... - ¿Qué rayos fue eso?

- ¿No lo sabías? Después de que te fuiste nos quedamos hablando y nos dimos cuenta que no somos tan malos.

- Ninguno de los dos. - añadió Louise.

- ¿Qué rayos...? Olvidalo, ya callense. - volvi a bajar la cabeza.

- Oigan, vayamos a molestar a esos ñoños de allá. - sugirió John y se fueron. No pude dormir. Solo cabeceé un rato. Hasta que en un momento todo se calló, y supongo que finalmente me dormi. Y luego, de repente, desperté con el sonido de una campana. Me levanté de golpe.

- ¡¿Qué rayos...-?! - grité sorprendida. -¡¿Qué hora es?!

- Hmm... va siendo como el quinto periodo. - contestó Louise mirando el cielo.

- ¡¿Qué?! ¿Y tu qué haces aqui?

- Te dormiste sobre mi manga, no me fijé hasta que me iba a ir. Y como estabas tan explosiva no te desperté.

- Rayos... ¡rayos! ¡rayos! ¡Rayos! -recogí todo lo que pude y me fui corriendo, Louise vino tras de mi. Llegamos casi juntos.

- ¿Dónde estabas? - preguntó molesto el maestro.

- ¿Qué le importa?

- En ese caso, tampoco te importará tener una detención de 20 minutos, ¿no?

Si el cielo fuera carmesí. [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora