¿Qué vamos a hacer?

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No podía creer lo que estaba viendo. - ¡John! ¡¿Qué rayos-...?! ¡¿Cómo conseguiste mi dirección?! ¿Qué haces aqui?

- ¡Estoy cansado de que me ignores! -estaba gritando, parecia enojado al colmo. - ¡estoy harto de quererte y tu no corresponder! ¡Conseguí tu direccion de un amigo! Vine a tomarte por la fuerza porque en verdad estoy harto de tu estúpida actitud fría conmigo. ¡Para de hacerte la dificil y ven de una vez!

Intentó cojerme, pero me safé de sus manos, en cierto modo, sus movimientos eran... torpes.

- ¡¿Qué rayos crees que estás haciendo?! ¡Voy a llamar a la policía si no te vas ahora! - grité asustada.

Bajó su tono de voz y esbozó una sonrisa a medias. - de aqui a que puedas llamar y que ellos vengan, tu habrás sido mia 10 veces. - lo que decía era realmente aterrador. Me tomó el brazo, y aunque intenté forcejear, era demasiado fuerte, entonces empecé a sentir algo... ¿mareos?... ¿náuseas?... Espera... son los síntomas de mis ataques de pánico... ¡¿no se suponia que los habia superado?! ¿Por qué estoy sufriendo uno? Empecé a gritar y me golpeó, sentía como ya estaba pálida y empezaba a sentir que me iba a desmayar. En ese momento, él intervino.

Entró de repente, aunque con una actitud muy calmada. - Rebbeca, escuché-... - se quedó en shock mirándonos. Entonces vino, golpeó a John y me alejó de él.- ¡¿Qué crees que le estás haciendo?!

- ¡¿por qué intervienes, estúpido aristogato?!

- ¡Te hice una pregunta, John! - y lo golpeó.

- ¡No es de tu inconvencia lo que yo haga con mi Lola!

Entonces, Louise lo volvió a golpear. -  escúchame bien, John... Rebbeca... Rebbeca es mía... ¡Así que aléjate de ella! - y empezaron a golpearse. De repente se detuvieron.

- ¿Cómo te atreviste a robarte a mi Lola? ¡Eso es traición! ¡Confiaba en ti!

Entonces Louise se le quedó observando. - ...John... tienes las pupilas como aceitunas... ¿estás drogado...? - entonces John rugió "¡si y ¿que?!" Y empezó a golpear a Louise, y mientras él era golpeado me ordenó llamar al 911, llamé y les avisé. Cuando terminé la llamada, Louise estaba siendo ahorcado por John y yo me estaba volviendo loca. - ¡Rebbeca! ¡Huye! ¡Vete, rápido! ¡Corre!

No podía creer lo que me estaba pidiendo.

- ¡pero Louise-... !- intenté protestar, pero me interrumpió.

- ¡Ahora!

- ¡No puedo dejarte aqui, asi! ¡Te va a matar! - lágrimas empezaron a asomarse por mis ojos, me di cuenta cuando ya tenía la vista nublada por su culpa.

Bajó el tono de voz e intentó sonreír. -¿Acaso no te dije... que si fuera posible y necesario daria mi vida por ti?

Eso me chocó. El quería que me salvara, pero era obvio que no me iría sin el. No podría dejarlo.

- ¡Muérete! ¡Muérete, traicionero! - vi cómo le apretaba más y más, y cómo Louise hacía sonidos de estar suplicando por aire y se ponía cada vez más rojo. No podía soportarlo. Empecé a pensar en cómo detenerlo, pero estaba muy frustrada y asustada. Hice lo primero que se me ocurrió. Tomé el florero de mamá que estaba en la mesa de al lado y lo golpeé en la cabeza con él. Cayó inconsiente al suelo.

Louise cayó al suelo al mismo tiempo que él. Me miró preocupado y susurró. - Rebbeca...

Creo que en ese momento ya habían empezado a rodar algunas lágrimas por mis mejillas, lo supuse porque sentía como finas gotitas saladas entraban a mi boca y mi cara ardía. Él se acercó para abrazarme, ahí me desmayé. Me desperté sobresaltada en una cama de hospital

Si el cielo fuera carmesí. [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora