Es un placer conocerlos. Espera, ¿placer?

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Rebbeca P.O.V.

¿Quién estará tocando? Fui a abrir, mi mamá venía detrás de mi.

- ¡Hola! - sonrió Louise al otro lado de la puerta.

Hice una pausa, mirándolo de arriba a abajo y luego contesté. - Si viniste a cenar, te puedes devolver.

- ¡Rebbeca! - me llamó la atención mi mamá.

- No se preocupen, no vine a eso... - bajó la vista a un papel que tenía en las manos. - Vine a traerles esto.

- ¿Qué es?- dije, insegura.

- ¿Por qué no lo abres? Nos vemos mañana. - y se fue sin siquiera voltear.

- ¿Qué es? - cerró la puerta mamá, y se asomó por mi hombro, mirando el sobre.

- No lo sé... - miré el sobre un poco ansiosa, era de un papel tegido y entre cada hilera tenía un destello dorado, parecía costoso. Empecé a abrirlo tranquilamente para que mamá no notara mi ansiedad. Saqué el papel, era una invitación. - es muy bonita... los señores Carlier DuPont los invitan a una cena en su casa. Por favor, no falten. La dirección está debajo, la gala es formal... Espera... ¿los señores Carlier DuPont...? ...Esos son-...

- Unos franceses muy, muy ricos que tienen un inmenso bufete de abogados. - se puso al frente mío.

- Mamá... ¿esos... son los papás de Louise?

- Espera... ahora que lo recuerdo... el hombre de la clínica que tomó tu mano, o sea el papá de Louise, se parece al que salió en el periódico el otro dia con ese apellido.

- ¿Quiere decir que es un Carlier DuPont? No... Oh, por Dios...

- Bueno... cenaremos como nunca y nos vestiremos como nunca. ¿Te animas?

- No lo sé. No quiero sentarme en la misma mesa que Louise otra vez.

- ¡Anímate! ¡Será divertido!

Me quedé pensándolo. No era mala idea, pero era cenar con tres hombres en una misma mesa, y dos de ellos me habían agredido en cierto modo.

Llegó la mañana, y llegué al colegio. En el receso me senté en la misma mesa, era raro, pero sentía que esperaba a que Louise llegara y se sentara junto a mi...

- ¡Hola Lola! - canturreó a mis espaldas mientras se sentaba, no iba a admitirlo, en ese momento, pero creo que me sentí un poco aliviada al escucharlo.

- Louise... de casualidad... - no despegué los ojos de mi almuerzo, demostrando que estaba perdida en mis pensamientos. - los Carlier DuPont son...

- Mis padres... si, son ellos. Oye, dime qué decía el sobre, nadie quiso decirme en casa.

- Si no te quisieron decir, entonces no lo sabrás. Adiós. - no quería decirle, aun no me decidía y si le decía, me iba a obligar a ir.

Llegó la noche. La cena era a las 8:00 pm, asi que empezamos a prepararnos temprano para llegar a tiempo. Llegamos a las 7:55 pm, era un residencial en el lado opuesto a mi sector, lleno de mansiones aquí y allá, la de ellos era de las más grandes.

- Ya llegamos... - dijo mi mamá, admirando la inmensa mansión. Yo no dije nada, por lo que seguro sospechó de mi inseguridad. - Oye... ¿estás segura de esto? - mi mamá buscó una respuesta en mis ojos.

- Estuve todo el dia de hoy pensando... y ya estamos aqui... no hay marcha atrás. - esperamos a que dieran las 8:00 pm y tocamos el timbre. Entonces escuchamos pasos de alguien acercándose, y al tomar el llavín para abrir escuchamos a alguien más.

Si el cielo fuera carmesí. [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora