Lena siguió leyendo las notas de su madre, puede que aún hubiera más secretos escondidos detrás de todos aquellos mensajes ocultos en cada párrafo. Claro que tenerla cerca le era un impedimento para centrarse en la lectura, parecía relacionarse muy bien con "Lek", ambos siempre juntos y haciendo reír a su suegra en cada ocasión.
Lo más evidente fue en el comedor real, siendo vampiro sólo acompañaba a Kara para beber su ración de alimento de sangre para mantenerse al día, al mismo tiempo que veía a la rubia devorar las comidas junto con donas glaseadas como de costumbre. Eliza se veía más radiante, menos adulta y más comportándose como una joven que acababa de salir de la adolescencia. Acaramelados juntos le iba a provocar diabetes en cualquier momento.
Aún no decidía si decir o no la verdad, no veía que su madre causara daño a alguien, más bien veía lo que no cuando estaba con su padre. Era distinto, más comunicación con Eliza, ¿Qué las convertiría entonces? ¿Hermanastras? ¡No! "Lek" era una persona distinta a su madre, no era ella, sólo su conciencia, recuerdos si el hechizo fue bien lanzado.
— Cariño, come más despacio. — Lena le prestó atención a su pareja. Las mejillas de la rubia se encontraban abarrotadas, infladas por la cantidad de comida en el interior de la boca. — Estás frente a un príncipe.
Incluso los niños dragones eran más educados al comer, claro bajo la supervisión de Samantha todo el tiempo.
— ¿Y? Lek y yo ya nos llevamos bien. — Habló con la boca llena sosteniendo en una de sus manos un gran trozo de muslo de jabalí. — Él está bebiendo sangre sin vergüenza alguna al lado de mi madre. —Señaló.
— Es porque nosotros nos alimentamos de sangre, Kara, no es que queramos ser maleducados frente a otras personas. — Explicó. — ¿No sabes si hicieron la velada ayer por la noche? —Murmuró.
— ¿Velada? — La rubia tragó rápidamente. — Umh, no lo sé, yo creo que si hubieran tenido su velada la gente ya estuviera de chismosa.
Lena volvió a guardar silencio.
El comedor real últimamente se veía más lleno, los niños, Samantha, Eliza que a veces ni siquiera aparecía por ahí ya que casi todo el tiempo se la pasaba encerrada en su estudio firmando el papeleo, sólo esperaba que "Lek" se largara de nuevo a Sturgia. Suficientes pensamientos homicidas tenían con la princesa de Themyscira como para perder el tiempo pensando en la reencarnación fallida de su madre.
Alexandra sólo podía ver en silencio la escena, era evidente, ese hombre quería algo más que materno con su madre. Reconocía los cortejos cuidados y discretos desde la lejanía, un príncipe como él era refinado por naturaleza. Lo que importaba es que era agradable escuchar nuevamente reír a su madre, esa tierna risa que ya no era forzada con nobles y comerciantes extranjeros queriéndose pasar de listos para cortejarla. Lek parecía ser un príncipe respetable, honorable y capaz de proteger a su madre al demostrar que podía incluso hacerle frente a su hermana utilizando los poderes de la hija de Rao, claro por tremenda masa muscular que poseía no había duda que un golpe en el rostro le reiniciaba hasta las memorias desde ser un cachorro del nacimiento.
Eliza se encontraba más que feliz ese día, las aventuras que le contaba el príncipe le eran agradables y divertidas. Teniendo un rostro tan serio como cualquiera de su especie de la noche nadie hubiera pensado que fuera simpático al narrar las historias. Incluso, inconscientemente, le dijo que podía viajar un par de días con él en altamar queriendo maravillarse con el agua salada azul que tenía mucho sin ver, sentir la brisa del mar entrar por sus poros y revivir los momentos en que su familia adoraba ir de pesca cuando la caza en el bosque concluía.
Tal vez estaba actuando como una adolescente hormonal ante su presencia, era algo que quería reprimir estando frente a tantas personas, pero le era imposible siendo tan encantador, no quería volver a ponerle una mala cara que pudiera interpretar como un rechazo.
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Lazos de Sangre [Supercorp]
FanfictionAU. Kara se ve obligada en la necesidad de contraer matrimonio con una reina que posee en sus manos el poder todo un ejercito de vampiros.