014 |El fin del mundo

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Caí de espalda sobre la cama al mismo tiempo que el cuerpo de Namjoon caía sobre mi devorando mis labios con brusquedad.

Aquellos besos tan característico de el, mordía mi labio inferior las veces que le daba la gana, jadeaba por ello y eso lo hacía seguir con más fuerza. Sus besos bajaron a mi cuello dando leves succionadas, nada de que alarmarse.  Sin embargo tuve que detenerlo porque sabía que mis bragas comenzarían a humedecerce.

Y andar con las bragas mojadas no era muy cómodo.

—Detente —dije una vez libre de su boca, sentía mis labios adormecidos. —¿Porqué no te vas a dar una ducha? Yo ir a prepararte algo para que comas

Ladeó la cabeza meditando mi propuesta. —Bien, pero seguiremos con esto después de que salga

Solté el aire retenido de mis pulmones al momento que ingresó al baño, salí corriendo hacia la cocina en busca de algo de comida que lo distraiga pero mi sorpresa fue que la alacena estaba vacía, excepto por una bolsa de pan. Busqué en el refrigerador y solo encontré algunas botellas de soda y agua, y un poco más abajo rodajas de jamón y queso.

¿Que rayos comía este hombre cuando pasaba aquí?

No me quedó más remedio que preparar un sándwich con lo único que había, me dirigí a su habitación.

—Namjoon ya está.....

Mis palabras murieron ahí al verlo en medio de la habitación recién salido de darse una ducha con la toalla rodeando su cadera, si bien su abdomen no estaba marcado, era muy liso y bien trabajado pero lo que se robaba toda la atención eran su brazos y sus pectorales.

Dios, sus pectorales

Tan marcados, algo robustos,las líneas bien marcadas en el lugar correcto. Las pequeñas gotas de agua hacían contraste con su piel morena.

Y sin mencionar la línea en V que perdía debido a la toalla.

¡Madre de Dios!

—L..La alacena está....vacía  —aclaro mi garganta, miré el sándwich que parecía más interesante.

Dió pasos hacia mi, su mirada tan penetrante me escrutaba haciéndome sentir pequeñita en mi lugar. Quedó frente a mi, tuve que alzar la cabeza para no quedarme como estúpida observando su cuerpo.

—¿Estas nerviosa? —su ronca voz hizo presencia haciéndome temblar.

—N...No

Patética.

—¿Segura? —Dió un paso más hacia mi.

—No puedes vivir con la alacena vacía —Rodeo su cuerpo alejándome de el, sintiendo el corazón en la boca. Dejó le sándwich y la soda en su mesita de noche.

—Solo vengo a ducharme y ya está, ni siquiera tengo mucho tiempo para dormir. Así que no es necesario comprar tanta comida

Giré hacia el al momento que se adentraba al guardarropa, solo así pude sentirme aliviada de no tener semejante hombre semidesnudo frente a mi.

Porque no era ciega, Kim Namjoon era atractivo —demaciado— pero no lo admitiría frente a él, eso sería aumentar su ego.

—Aún falta algunos meses para tener vacaciones, solo así me daré el lujo de descansar y hacer las compras —se sentó en la cama ya vestido a la vez que se disponía a degustar el sándwich.

Mire la hora en mi teléfono. —Debo irme

—¿Tan rápido?

—Debo hacer unas tareas de la universidad —frunso el ceño. —Nunca te he visto hacer algo con respecto a la universidad, ¿No te mandan tareas o algo?

Obligada >>K. Namjoon Donde viven las historias. Descúbrelo ahora