Obligada >>K. Namjoon

020 |¿Amor o Placer?

No se como carajos terminamos asi.

Comiendonos a besos dejando todos los problemas atrás, porque era así. Kim Namjoon me hacía olvidar de todo con tan solo una caricia.

Me separo de sus labios con la respiración acelerada y el pulso por los cielos, pega su frente contra la mía apretando su agarre en mi cintura, siento el embate de piedra en mi abdomen.

—Debo irme —susurro agitada.

Niega con la cabeza.

—Lo único que he querido desde que te vi entrar; es que te refriegues contra mi polla con esa hermosa faldita que me está tentando desde hace rato

¡Madre de Dios!

—¿C..Como puedes hablar así? —me siento abochornada al escuchar sus palabras tan sucias.

Su risa resuena en su garganta logrando un sonido ronco que me hace temblar. —¿Qué? ¿No te gusta?

Me encanta.

Mis labios están adormecidos y mi lado estúpido dice que me quede para saber que hará conmigo, sin embargo mi lado cuerdo quiere que salga corriendo entes de que se joda todo.

¿A que lado debería hacerle caso?

—Debo irme —acaricio su pecho firme—-. Ya es tarde, mi madre no estará tranquila si no estoy antes de las once

—No te irás

Lo miro sin entender.

—No aún

Nos lleva hacia el sofá, se sienta en el y me invita a hacerlo sobre el; con algo de nervios lo hago sintiendo la dureza que sobresale de su pantalón. Quiero jadear cuando me muevo al sentír tal exquisitez pero me cohibo.

No da tregua y baja el escote de mi crop top dejando mis senos al aire, enarca una ceja mirándome ya que no cargo sujetador.

—¿Porqué no cargas sujetador?

—La prenda no lo necesita —intento cubrirme sin embargo no me deja, mira mis pechos con hambre.

—¿Segura que es por la prenda?

Por supuesto que no.

Me pasa agarrando las tetas a cada de nada, ¿para que ponérmelo?

—Si —digo en un hilo de voz.

Lleva su pulgar a mi botón y juega con el haciéndome mover incómoda sobre el, doy un salto cuando me pellizca con rudeza.

—No creo que me estés diciendo la verdad —vuelve a pellizcar, me muerdo los labios no queriendo hacer ruido.

Eso es lo que quiere, escucharme y confirmar lo que dijo hace unos minutos.

—¿Hana? —vuelve hacerlo.

Está jugando conmigo.

—Ya te dije

Me remuevo sobre el sintiendo su empalpe en medio de mi intimidad, quiero gemir peor no lo haré. No le daré el gusto.

—Quítate las bragas —ordena con voz ronca.

¡Ya llévame Señor!

Me mira fijamente esperando que haga lo que quiere, esa mirada que ponía cada vez que me hacía sus jugarretas hace un año. Y eso tiene efecto en mi, tanto así que lo hago, me pongo de pie y bajo sus oscuros ojos llenos de lujuria deslizo las bragas dejándolas a un lado; la humedad de mi intimidad me delata.

—Acércate

Lo hago, cuando estoy cerca de el lleva sus manos al comienzo de su calentador y lo baja hasta sus muslos junto a su bóxer dejando a la vista su miembro demasiado duro y con venas marcadas. Esa cosa es demasiado grande.