Epilogo

686 54 8
                                    


Cinco años después.

—Si Lucas ya lo sé —menciono a través de la llamada—. Te dije que estaría ahí dentro de unos minutos

Lo escucho como se queja al otro lado de la línea, salgo de la editorial en busca de mi chófer. Lo saludo y entró al auto, no tardamos en ponernos en marcha.

—En la cafetería de siempre, de hecho estoy a nada de llegar —miro a través de la ventana—. Esperame en las mesas de afuera, perfecto

Una vez la llamada se corta guardo el teléfono en mi bolso, saco mi brillo labial y lo aplico sobre mis labios. Trato de estar algo presentable ya que las horas de trabajo me dejan un poco cansada.

—Hemos llegado —menciona mi chófer

—Gracias...

Tomo mi bolso y bajo del auto, mis ojos viajan hacia Lucas quien está sentado en las mesas de afuera, suspiro un poco antes de encaminarme hacia el.

—Extrañaba venir aquí —me siento frente a él.

—Eso es porque nos tienes abandonados —se queja de brazos cruzados.

—Sabes perfectamente que el tiempo no me da

Pedimos un café y mientras charlamos, me es imposible no mirar la fachada de la cafetería donde trabajé por un buen tiempo. Recuerdo que hace cinco años trataba de llegar lo más pronto posible a mi horario laboral, andar corre y corre de trabajo en trabajo. Hoy por fin puedo decir que estoy completamente bien.

—¿Cómo estás?

—Bien —le doy un sorbo a mi café.

—Sabes que cuentas conmigo ¿verdad? —habla con voz suave.

—Lo sé, pero no quiero hablar de eso. Al menos no ahora

—Es un asunto importante y todo lo que tenga que ver contigo me preocupa —coloca su mano sobre la mia—. Se que es difícil y te da nervios pero estoy seguro que todo saldrá bien

Suelto el aire retenido de mis pulmones, me recuesto en el espaldar de la silla.

—Espero que todo salga bien, últimamente hemos tenidos problemas y estoy considerando en tomarlo con calma

El asiente y la hora se basa en conversar cosas sin sentido tratando de despejar mi mente, habían pasado cinco largos años. Años donde me pude graduar y puedo decir con orgullo que con todo mi esfuerzo pude tener mi propia editorial, mucha frustración y días en vela dieron frutos. Ahora mis padres tienen una casa propia y cero deudas, puedo comprarme todo lo que deseo y se siente jodidamente bien disfrutar de aquello.

Cinco largos años donde pasaron muchas cosas. Tanto como tristes y felices.

Rupturas y regresos.

Me despido de Lucas y subo nuevamente al auto, el chófer me lleva al lugar indicado mientras recibo correos de más trabajo por hacer. Era cansino pero amaba mi trabajo, nos detenemos frente al edificio y entro siendo recibida por muchas miradas, me apresuro en caminar los mas rápido que pueden mis pies hasta quedar frente a la puerta del parque verde que tiene el edificio.

Entró siendo recibida por el aire fresco y las sombras de los árboles, muchas personas están con mascotas y otros con sus hijos corriendo de aquí a allá. El edificio contaba con grandes áreas verdes y un parque para niños.

—Creí que tardarías más —dicen, detrás de mi.

Me volteo y sonrío en grande antes de acercarme, mi corazón latiendo desenfrenado como toda niñata colegiala que ve a su crush

Obligada >>K. Namjoon Donde viven las historias. Descúbrelo ahora