017 |Impredecible

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Paso las manos por mi cabello apartandolo de mi rostro, miro con cansancio el cuaderno abierto. Terminé hace unos minutos pero me estoy haciendo la tonta ya que Namjoon anda rondando por ahí.

Debo tener cuidado, estoy en la cueva de la bestia.

Me estiro en mi lugar y miro la hora, Ya es tarde. Rápidamente recojo mis cosas y me encaminó hacia la puerta evitando causar algún ruido que me deje descubierta.

—¿A donde vas? —hablan a mis espaldas.

Tarde

Me volteo hacia el con una sonrisa nerviosa. —A mi casa, ya es tarde así que....

—Te llevaré —toma las llaves del auto y lo detengo de inmediato.

—No es necesario, no te molestes

—No es ninguna molestia —me ignora pasando por mi lado— No es muy recomendable que andes sola a estas horas de la noche

Nuevamente lo detengo colocandome frente a él, corría el riesgo de que mis padres me pillaran en esto. Y no es por miedo, solo no quiero que conozcan a Namjoon.

—No es necesario ¿si? —trago grueso ante su mirada— Iré con cuidado

—No me importa —me toma de la cintura— Te dejaré en tu casa y listo

Suspiro con resignación, hay personas tercas y Kim Namjoon

Me mira fijamente aún sosteniéndome de la cintura, me sentía tan pequeña a su lado y como no estarlo, cuando este hombre me tenía entre sus brazos, su pecho chocaba con el mío y sus labios estaban a nada de entreberarse con los míos.

—Namjoon, ya es hora de.......—Me interrumpe dándome un beso urgido.

Nuevamente las cosas se caen de mis manos y me aferro a su pecho en el momento que siento que mis piernas perderán fuerzas, me sentía como una jodida gelatina.

Hoy, los cuadernos han estado más en el piso que en mis manos.

Jadeo cuando me toma de la cadera haciendo que le rodee la cintura con las piernas, me sujeto de sus hombros; bien trabajados por cierto. Mientras nos lleva al sofá y se deja caer en el conmigo encima.

Sus labios se mueven con frenesí y sus manos inquietas me magrea los glúteos sin pudor alguno.

—S...Se hace tarde —vocifero con la respiración hecha mierda, no parece importarle y baja a mi cuello mordisqueando a su antojo. Me es imposible no gemir ante el maltrato de sus dientes en mi piel.

—No importa —su voz sale amortiguada sin detenerse.

Trato de moverme debido a la incomodidad de mis bragas que ya empezaban a humedecerce, al hacerlo siento completamente la dureza bajo mi intimidad.

—Me harás perder la cabeza —gruñe ante el roce, y ese jadeo hace que mi piel se erize mandando un cosquilleo a la punta de mis senos.

¡Padre cielo que estas en el nuestro!

Me aparta llevándose las manos a la cinturilla del pantalón y tira de el junto con su ropa interior dejando ver su miembro erecto que repoza sobre su abdomen. Siento que la saliva se hace agua en mi boca.

—De rodillas —demanda mientras frota su mano sobre el falo.

Por los clavos de Cristo

—Y....Yo no....—Me callo ante su descaro de masturbarse frente a mi. Bendita imagen.

—De rodillas Hana —vuelve a demandar y no me queda más remedio que obedecer— Quiero que te prendas de ella —Toma mi mano haciendo que envuelva su miembro, está caliente y duro, siento sus venas bajo mi palma.

Obligada >>K. Namjoon Donde viven las historias. Descúbrelo ahora