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Y aquí vamos de nuevo.

Oficialmente empieza la segunda parte de esta historia.

🐶

Desde pequeña le gustaron los trenes y el invierno.

Tenía una colección de 8 trenes que su abuelo con mucho esfuerzo le había regalado y su primera mascota, se llamó "trencito" pese a ser un gato malhumorado que de tren no tenía nada.

La primera vez que Joohyun viajó en metro se sintió en otra dimensión. Su hermana menor se burló de ella porque mientras todo el mundo lucía como en un funeral debido al hacinamiento, ella parecía la persona más feliz del mundo.

Desde aquel día siempre viajaba en metro y el mejor momento del día era cuando se sentaba a escuchar música con sus audífonos mientras disfrutaba el viaje.

Podía parecer ridículo, pero ella realmente lo amaba.

Jamás pensó que también elegiría aquel lugar para terminar con su vida.

Eran las 06:03 de la mañana de un domingo de invierno y el lugar estaba desolado. La cantidad de nieve había hecho que la gente se quedara en casa y que se canceleran diversas actividades, pero el metro seguía funcionando.

Joohyun no durmió en toda la noche y esperó pacientemente que fueran las 05:30 para emprender camino a la estación, la poca gente que estaba allí no se fijó en su presencia y ella con una decisión más que tomada, se dirigió para esperar que el transporte llegara.

No para tomarlo, sino para tirarse a las vías.

Ya no había otra opción, ya todo se había arruinado.

Cuando sintió el ruido venir hacia ella, se acercó más a la orilla y supo que todo iba a terminar.

Todo este infierno iba a terminar.

—¡Mami, mami, corre!

Joohyun se paralizó al escuchar esas palabras y no pudo evitar ver por el rabillo de sus ojos, a aquel pequeño niño que prácticamente arrastraba a su madre hacia donde estaba ella.

—¿E-está bien? —Preguntó aquella mujer algo agitada y preocupada al ver a la joven tan cerca de las vías.

Joohyun no pudo decir nada y la luz cegante del metro hizo que involuntariamente retrocediera unos pasos.

El metro se detuvo y antes de entrar, el pequeño niño se acercó a ella.

—¡Mami, mami! ¡Mira!

—¡Minhyuk! —Su madre reprendió pues ya tenían que subir.

—¡Tiene el mismo broche en el cabello que tú! —Señaló emocionado.

La mujer lo cargó rápidamente en brazos murmurando un suave “lo siento” y Joohyun solo pudo mirar sin decir nada.

El nudo en la garganta no se lo permitía.

Lo único que pudo hacer fue sonreírle levemente con una comisura más arriba que la otra, bajando la cabeza inmediatamente porque no quería que el niño la viera llorar.

methamphetamine | kookv. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora