methamphetamine | kookv.

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Este capítulo es más largo que Chile.

Si están medias perdidas y no se acuerdan de nada, les recomiendo leer el cap anterior o simplemente recordar que Taehyung está cabreadísimo con los chicos.

🐶

—Fraude, homicidio en segundo grado, robo con intimidación, narcotráfico y evasión a la ley —suspiró con pesadez y a punto de arrancarse los cabellos—. ¿Cómo mierda quiere que lo saque de la cárcel teniendo semejantes cargos penales?

—¿Y por qué estás ayudando a esa clase de persona a salir de prisión? —cuestionó el recién llegado con una sonrisa socarrona.

—¡Hijo! —exclamó Minah al ver a su primogénito en el umbral de su puerta junto a uno de sus nuevos empleados.

—El señor Kim se apareció por la puerta principal, por lo que lo hice pasar pese a que su visita no estaba programada —habló con formalidad el mayordomo.

—¿Me acabas de llamar "señor Kim"? —Taehyung reprimió una risa y no pudo evitar ver con diversión a aquel hombre cuyo nombre no recordaba con exactitud—. Tengo tan solo dieciocho años, Woosang.

—Es Wooseok, señor Kim —corrigió haciendo caso omiso a la incomodidad del menor con respecto a su formalidad.

—¡Lo sabía, lo tenía en la punta de la lengua! —Celebró haciendo reír a su madre—. Nos conocimos en la ceremonia de anuncio de matrimonio de mi madre y mi tío.

—Así es, señor Kim.

—¡Ya, basta! —protestó con un puchero—. Tan solo llámame Taehyung, me haces sentir viejo.

—Está bien, señor Ki-, digo, Taehyung —rectificó el de mayor edad—. Con su permiso, volveré a mis labores.

El mayordomo se retiró del lugar y Taehyung amplió su sonrisa al ver a su tío tan concentrado en sus papeles.

—Vaya, al parecer a alguien no le interesa demasiado mi visita inesperada —Lanzó la indirecta y se dirigió en dirección a su madre para abrazarla—. Lo bueno es que mamá siempre se pone feliz con mi presencia.

—No hables tonterías, yo soy feliz con simplemente escucharte.

—Pues no parece, ya que tus papeles son más importantes que yo —dramatizó cortando el abrazo para poder ir a sentarse al lado del mayor—. Aunque lo comprendo, a fin de cuentas tu trabajo es el que nos deja vivir con estos lujos a los cuales todavía no me acostumbro del todo.

—Esta vida es la que siempre quisiste, ¿no? —Le recordó al castaño que se acomodó en la silla próxima a él.

—Sí, pero eso era antes, ahora me he dado cuenta que las cosas materiales no hacen la felicidad —comentó encogiéndose de hombros y mirando atentamente los papeles sobre la mesa—. Como sea, ¿estás estresado con tus casos?

—Estresado es poco, ha estado toda la semana intentando buscar maneras de sacar a sus clientes de prisión —informó su madre desde las escaleras—. Tae, tú que siempre has sido tan inteligente que te sabes las leyes al derecho y al revés, deberías echarle una mano a Dongseok.

—Si estos casos tienen a tío Dongseok de cabeza es porque estas personas no deben ser para nada inocentes —analizó quitándole uno de los documentos.