VI

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HOSEOK

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HOSEOK

—Hola, Dra. Ahn —llamé mientras hacía señas con la mano—. Buenos
días. Esos son unos zapatos matadores.—La Dra. Ahn era mi profesora favorita en Waterford, y no sólo porque conocía bien un maldito Jimmy Choo cuando lo veía. También me encantaba su estilo de enseñanza. Sabía cómo hacer que literatura británica temprana sea interesante cuando no era una fan en lo más mínimo de ese período en
particular. Me dio un guiño vago.

—Buenos días —dijo en esa forma educada y distante que me decía que
no sabía que era uno de sus estudiantes. Entonces miró sus zapatos—. Y gracias.—Abrí la boca para explicar a cuál de su clase asistí cuando miró hacia Taehyung y al instante palideció. Palideció pasando por todos los colores, dio un paso atrás, como si
estuviera a punto de emprender el vuelo en sus Jimmys cuatro pulgadas.

—Señor Kim —casi susurró, sonando asustada mientras lo miraba boquiabierta con los ojos muy abiertos. No hizo contacto visual, sólo murmuró

—Dra. Ahn. —Al darme cuenta de que la profesora probablemente había oído el rumor de su reputación (y no lo aprobaba), me sentí de repente protector. Bah, sólo porque era gigoló no significaba que tuviera la peste. Puse la mano en el brazo que había apoyado en el tablero de la mesa. Sólo quería desterrar algunas de sus preocupaciones, asegurarle que no estaba enfermo. Pero cuando la mirada de la Dra. Ahn corrió hacia donde mis
dedos crepitaban contra su piel, no pareció tranquilizarse. Parecía aún más perturbada cuando nos miró. Sin estar segura de cómo matar toda la incomodidad flotando a nuestro
alrededor, me forcé a poner una sonrisa más grande.

—Encontré un par de Jimmy Choos arrasadores, similar a unos que llevó
una vez, en color plata, y los quería tanto. Pero incluso las réplicas costaban más de lo que podía permitirme. —Si el par que llevaba era original, entonces la mujer llevaba fácilmente ochocientos dólares.Pero en lugar de revelar el secreto conmigo sobre si eran imitaciones o no, me envió una especie de sonrisa de complicidad.

—Tengo gustos caros.—Cuando su mirada revoloteó de vuelta a Taehyung, todos los músculos de su brazo bajo mi mano se tensaron.

—¿Nuestra reunión para hablar de su horario de clases este jueves sigue
en pie, señor Kim? —Me miró fijamente, como si esperara que si era una respuesta negativa sería mi culpa.
Comprendiendo, de pronto me olvidé de cómo respirar. Oh, Dios mío.
¿La Dra. Ahn? ¿Y Taehyung.....? De ninguna manera. Su voz no era nerviosa o tensa cuando respondió.

— Por supuesto. —Pero podría haber jurado que lo dijo con los dientes apretados, y todavía se negaba a mirarla. Le dio un sólo movimiento de cabeza.

—Bien. —Juro que parecía aliviada por su respuesta. Con una última mirada a mí, murmuró—: Espero con ansia verte después. —Me dio la espalda mientras salía con sus zapatos matadores, que de repente sentí la necesidad de arrancarle. Me volví a Taehyung.

The value of a love (vhope)    Historia 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora