XV

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HOSEOK

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HOSEOK

Ese fin de semana comenzó agradablemente aburrido. Rechacé una
invitación de Jin para ir de club en club con el y su tripulación, y no sólo porque su escenita en la biblioteca aún me tuviera enojado, sino porque no tenía ganas de salir de mi nido. Quería un poco de soledad pacífica.

Después de que Jin, me dijera que era un aguafiestas y me colgara, me encogí de hombros, me acurruqué en mi sofá con algunas tareas y palomitas de maíz, y comencé un maratón de mis películas favoritas. Cuando sonó mi celular un poco antes de las once, empezaba a tener sueño. Me imaginé que era Jin de nuevo, llamándome borracho, pidiéndome que vistiera mi culo, fuera y me uniera a el. Así que fui perezoso para alcanzar el auricular. Sin embargo, al ver Casa en el identificador de llamadas, de repente quería gritar. Casi ataqué el teléfono, desesperado por oír la voz de mi mamá. Lo sé. De hecho, extrañaba a mis padres. Y a mi molesta hermana mayor. A nuestro gato, Doodles. Oh, y mi habitación. Los extrañaba mucho, muchísimo. Me sentía mucho más que nostálgico.

—Hola, mamá —contesté con frialdad, tratando de no sonar muy ansioso de escuchar su voz—. No te preocupes. Estoy bien. La escuela está bien. Y no,
Jin todavía no me ha llevado al lado oscuro. —Toqué mi aro en la nariz,
decidiendo no mencionarlo todavía. Tendría que medir su estado de ánimo en primer lugar.

—Cariño. —La voz de mi madre me llegó al oído, y era como si estuviera sentada en la mesa de la cocina de nuevo, bebiendo chocolate caliente con un montón de malvaviscos mientras jugábamos a las cartas y hablábamos de nuestro día—. No quiero alarmarte, pero...

El pelo en mi nuca se erizó de inmediato. Pero, no, no, no. No estaba alarmado. Estaba totalmente asustado.

—¿Qué? —exigí. Suspiró. No debe haber habido alguna manera para que ella amortiguara el golpe, porque fue directa y dijo.

— El padre de Kihyun encontró una manera de conseguir que se abandonara el caso. No irá a juicio.

—Oh, Dios mío. —Mi visión vaciló. Si ya no hubiera estado acampado en el sofá, me habría derrumbado al suelo— Oh, Dios mío. —¿Significaba esto que me iba a quedar atrapado como Jung Hoseok para el resto de mi vida, siempre vigilando por encima del hombro, sin sentirme nunca seguro o
establecido, siempre perseguido por un loco maníaco sediento de sangre?—¿Cuándo?

—El jueves, pero escucha... Esta no es una razón para preocuparse. No quiero que...

—¿Jueves? —casi grité— ¿Jueves? Pero... —Oh, Dios mío. ¿Por qué no había llamado para decirme esto el jueves?— Pero él fue acusado de intento de asesinato. ¿Cómo pueden simplemente dejar ese tipo de caso?

—Cariño, su padre es un abogado muy bueno, y...

—Oh, Dios —gemí, sintiéndome mareado. Tenía que buscarme un chico rico, malcriado e hijo de un abogado para tenerlo como un ex novio acosador psicópata, ¿no es así? Súper. Definitivamente sabía cómo elegirlos.

The value of a love (vhope)    Historia 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora