XI

553 131 12
                                    

HOSEOK

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

HOSEOK

Tenía la intención de lanzarme a mi apartamento y volver a Taehyung con el libro, pero cuando miré hacia atrás y lo vi siguiéndome por la puerta trasera y en la cálida noche, tragué.

—O... podrías sólo, ya sabes, venir conmigo —corregí, bastante seguro de que no quería que viniera conmigo en absoluto. Taehyung. A solas conmigo en mi apartamento. Los dos juntos con mi respiración toda fuera de control y con la advertencia que Jin me hizo dando
vueltas en mi cerebro: No lo hagas, no lo hagas. Soltó un bufido.

—Eh, no vas a dejarme allí solo con otros cincuenta Seokjines acechando. Podrían abusar de mí antes que regresaras.— Puse los ojos en blanco.

—Oh, Dios mío. ¿Un poco dramático? —Pero, en realidad, no estaba tan seguro de que estuviera bromeando. ¿Acaso todos y todas las chicas borrachas se le arrojaban? Está bien, esa era una pregunta estúpida. Si en este momento yo estuviera borracho y todas mis inhibiciones idas a la tierra del alcohol, estaría arrojándome hacia él.—Bueno, simplemente no esperes que salte ante ti como una especie de escudo humano si algunas personas retozonas vienen volando de las sombras para emboscarte por un regalito. Se rió entre dientes cuando empezamos a subir los escalones hacia mi apartamento.

—Entonces me aseguraré de que te tires delante de mí en contra de tu
voluntad.

—Ja, muy gracioso, listillo. —Hice una pausa para buscar mis llaves en la
oscuridad. Para ser perfectamente honesto, me sentía un poco contento de tenerlo conmigo. No había ni una luz nocturna afuera de la puerta de entrada de mi loft, y estar de pie solo en la oscuridad durante una fiesta de Jin no sonaba atractivo. ¿Qué pasaba si un borracho tipo Kihyun tropezaba conmigo y trataba de ponerse juguetón? Taehyung estaba tranquilo, mientras yo buscaba a tientas y disfrutaba de la sensación sólida y protectora de su presencia.

—Aquí vamos. —Encontrando la llave correcta, abrí la puerta y entré. No había pensado en limpiar antes de salir para la fiesta. Mi casa no era un desastre en sí, sino que lucía como su hubiera gente viviendo ahí. Mi libro de literatura británica colgaba abierto sobre la mesa de café. Sí, seguía en la
clase de la Dra. Ahn y aprobaba, uf. Una manta yacía arrugada sobre el sofá. Había un puñado de platos apilados en el fregadero, y todavía tenía que tirar la taza vacía de latte que había tomado esta mañana para el desayuno. Taehyung parecía evaluar todo mientras caminaba lentamente alrededor de la sala de estar y la cocina. Asintiendo, murmuró.

—Sí, tengo que decir que tenías razón. Esto es bastante impresionante. Podría vivir aquí sin ningún problema. —Se acercó a la mesa en frente de la ventana y enganchó una manzana de mi cesta de frutas. Negué con la cabeza.

—Simplemente no puedes resistirte, ¿no es así? —Sus ojos brillaron con diversión mientras hundía los dientes en la pulpa de la manzana.

—¿Qué? ¿Resistir tu fruto prohibido? Diablos, no. —Entonces me guiñó un ojo mientras masticaba—. ¿Qué piensas acerca de las manzanas, entonces?—
Solté un bufido y puse los ojos en blanco.

The value of a love (vhope)    Historia 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora