XXIII

619 129 8
                                    

HOSEOK

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

HOSEOK

El resto del día pasó como una ráfaga. Luego de mi discusión (o lo que fuera) con Taehyung, conduje a casa y no fui a mis clases de la tarde. Jin tampoco. El y Jay habían terminado, y cuando vio mi auto detenerse en la entrada, llegó a mi apartamento a llorar sobre mi hombro.
Creo que consolarlo era lo único que evitaba que yo mismo me lanzara a
sollozar. Se sentía como si hubiese perdido a Taehyung para siempre. Dios, quizá si lo había perdido. Cuando Jin. se acurrucó en mi sofá para tomar una siesta, llamé a Suho y cancelé nuestros planes, ya que sabía que eso sólo fracasaría incluso antes de que comenzara. No pareció muy sorprendido, aunque sí tuvo la gracia de sonar decepcionado.

—Kim Taehyung no se tomó muy bien la noticia, ¿cierto? —No se me ocurría una razón por la cual mentir, así que sacudí la cabeza.

—No, no lo hizo. —Luego de un momento de silencio, Suho dijo.

—Sabes, no tienes que rechazarme sólo porque él… —Debió haberse dado cuenta que estaba a punto de decir algo que me ofendería demasiado, ya que se detuvo abruptamente, con sus palabras desvaneciéndose en una risa triste—. Correcto. Buena suerte con él, entonces.

Buena suerte. Sí, necesitaba más que suerte para recuperar a Taehyung.
Necesitaba un jodido milagro. O quizá un bastón de metal para golpearlo y
hacerlo recapacitar. O quizá necesitaba hacerme recapacitar a mí mismo, porque demonios, no sabía cuál de los dos estaba siendo más estúpido en este
momento. Lo único bueno de todo esto, era que tenía el corazón demasiado roto por Taehyung, como para preocuparme por mi paranoia con Kihyun.

Aún cerraba con llave todas mis puertas y revisaba que en mi bolso estuvieran mi mazo y arma de electrochoque, pero al menos mi miedo se había asentado de nuevo al nivel
en el que estaba antes de la fatídica llamada de mamá. Joder, ¿la llamada apenas fue el sábado pasado? Habían sucedido demasiadas cosas en los últimos seis días. Muchas personas habían sido lastimadas

Para evitar el dolor, decidí seguir adelante y llevar a cabo mi rutina normal, con la esperanza de que la regularidad de mis acciones, me
estableciera en algún estado maravilloso de inconsciencia. A mi hora de niñero, llegué a la casa de los Yoona, abriendo la puerta delantera y entrando sin tocar. La televisión sonaba con las noticias de la tarde en un volumen bajo. Pensé en gritar algún saludo, pero decidí caminar sigiloso y sorprender a Jimin. Le gustaba la atención de las personas cuando saltaban frente a el, gritando—: ¡Bu!
Tenía el presentimiento de que mi amiguito era del tipo que le
encantarían películas de sangre, apuñaladas y terror, pero todavía no estaba listo para pensar en eso, principalmente porque definitivamente no eran mi tipo de películas. Denme una comedia romántica en cualquier momento. O Harry Potter, eso era lo más oscuro que toleraba. Mientras caminaba por el estrecho pasillo hacia la cocina, llegué hasta la habitación de Jimin e inmediatamente noté que al otro lado del pasillo, la puerta del cuarto de Taehyung, se encontraba abierta. Él nunca dejaba su puerta abierta. Y además, se escuchaban voces
viniendo desde adentro. Me detuve. No se encontraba en casa, ¿cierto? Maldición. No había prestado suficiente atención cuando me estacioné para ver si su Jeep se encontraba en la entrada o no. No estaba muy seguro de poder enfrentarlo en este momento sin quebrarme en llanto.

The value of a love (vhope)    Historia 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora