XVI

507 125 14
                                    

HOSEOK

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

HOSEOK

No llegué a la cama hasta casi las dos de la mañana. Después de robar un par de tragos más de ginebra, Taehyung se desmayó a mitad de la segunda película y ya que estaba muerto de cansancio, apagué todo. Le quité los zapatos, puse sus pies en el sofá y encontré una manta extra para colocársela. Entonces apagué las luces y tropecé hacia mi dormitorio. No voy a mentir. Lo vi dormir durante unos diez minutos antes de levantarme del sillón. Pero parecía tan tranquilo y adorable todo acomodado con la cabeza sobre su hombro. Tentada a quitar un mechón oscuro de su pelo que le caía sobre el ojo, finalmente me obligué a retroceder.

Limpié y me puse la ropa de dormir antes de arrastrarme debajo de las
sábanas, completamente agotado y sin embargo, muy consciente de su presencia todavía en mi apartamento.
Alegre de que otra persona estuviera cerca después de saber sobre Kihyun, fui capaz de quedarme dormido con bastante facilidad. El sueño me había superado cuando me desperté bruscamente porque alguien levantó las mantas y se metió en la cama conmigo. Me senté inmediatamente.

—¿Qué crees que estás haciendo? —Mi chillido indignado hizo que Taehyung se quejara.

—El sofá es demasiado pequeño. No puedo dormir ahí. —Me mordí el labio inferior mientras él se dejaba caer a mi lado y no se movió. Apenas había suficiente luz en la habitación para ver su perfil. Y vaya perfil tenía. Pero, en realidad, no podía dormir en mi cama conmigo. ¿Podía? ¡No! No, Hoseok, no. Echa su culo sexy de gigoló. ¡Ahora!

—¿Quieres que te lleve a casa? —le pregunté, mordiéndome el labio e incapaz de hacer una cosa tan blasfema como echar a Kim Taehyung de mi cama. Pero él ya estaba medio desmayado de nuevo.

—¿Mmm?

—Bueno, está bien —resoplé, y levanté la sábana—. Creo que dormiré en el sofá, entonces. —Ya que tenía una habitación pequeña, había puesto la cama contra la pared y mi lado daba a la pared. Así que tuve que trepar encima de él para escapar. O tal vez debería decir que traté de trepar por encima él. Su brazo me agarró por la cintura y me ancló de nuevo a la cama para que aterrizara en mi lado, de espaldas a él.

—No te vayas —dijo arrastrando las palabras. Su voz estaba tan llena de súplica que caí inmóvil, indeciso. Este era territorio peligroso. Detrás de mí, Taehyung se acercó y me abrazó por detrás, haciendo cucharita. Oh, Dios mío, cucharear era tan romántico y tierno. —Te sientes bien —gruñó con una voz ronca y sexy, llena de sueño.
Cuando él suspiró, eso fue todo. Kaput. Tiré la toalla oficialmente: no me iba a ningún lado. Dejé escapar un suspiro de renuncia y me relajé contra él. A cambio, tarareó su gratitud.

—Eso sí, no digas que no te lo advertí. —Traté de mantenerlo platónico— Pero a veces tengo pesadillas y grito o gimo mientras me retuerzo. Podría despertarte o accidentalmente ponerte el ojo negro. —Los músculos del brazo envuelto a mí alrededor se tensaron.

The value of a love (vhope)    Historia 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora