XII

552 124 4
                                    

HOSEOK

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

HOSEOK

Tenía catorce años, apenas era un estudiante de primer año en la escuela secundaria cuando In Ki Hyun se me acercó para invitarme a una cita. Era un estudiante de tercer año, mucho más experimentado y avanzado que yo. También era popular, guapo y venía de una familia adinerada. Estar con él era emocionante y de seguro, mi parte vanidosa puede admitir que me gustaba lo que hizo por imagen ser su novio. Por un año más o menos, las cosas siguieron su curso, no perfectas, pero bien. Debido a que él era un poco mayor y había sido quien me involucró en su grupo de gente, naturalmente empezamos nuestra relación con él siendo el más dominante, la figura controladora. Y eso no me molestó. Por un tiempo. Está bien, me molestaba. Pero al principio no hice nada al respecto. Cuando comenzó su tercer año y su papá empezó a presionarlo más acerca de escoger la universidad perfecta, su lado no tan maravilloso se definió más. Siempre tuvo una vena cruel. Podía intimidar con lo mejor de ello. Pero cuando la intimidación se volvió hacia mí, no me impresionó. Los golpes ocasionales que me dio antes y las contusiones que me dejó por agarrarme demasiado fuerte llegaron a ser no tan ocasionales. Era vergonzoso pensar que podría ser una de esas personas maltratadas que aguantaban esa clase de mierda. Me convencí de que esos pequeños actos de violencia menor aquí y allá no eran nada del otro mundo. En realidad nunca me lastimó.
Pero aun así me marcó. Cuando maduré y desarrollé mi personalidad, comenzamos a discutir más. No le gustaba que me valiera por mí mismo, y a mí no me gustaba que me maltratara y me dijera cada pequeña cosa que quería que hiciera.

La parte más triste fue que su violencia no hizo que nos separáramos la primera vez. Uno de sus amigos me dijo que vio a Kihyun besándose con una de las putas animadoras. Por supuesto, lo confronté y después de decirle algo malicioso y sarcástico (sí, imagina eso) se dio la vuelta con su mano extendida. Me dio en la mejilla y terminó quebrándome la mandíbula. Terminé con él mientras me llevaba al hospital. Después de nuestra separación, mis amigos, que él alejó durante el tiempo que salimos, fueron maravillosos y regresaron a mí, cuidando mi ego herido para que volviera a estar sano. Pero Kihyun regresó sollozando, literalmente. Cayó de rodillas delante de mí, abrazando mis piernas y rogando que regresara con él. De alguna manera, se las arregló para convencerme de que todo el asunto de mi mandíbula rota había sido un completo accidente. No me golpeó tan fuerte a propósito; sólo estuve de pie muy cerca cuando se dio la vuelta. Y también insistió en que su amigo mintió sobre la chica. Qué estupidez de mi parte, le creí. Después de dos meses de estar separados, regresamos. Por un tiempo, tuvo cuidado de no ser demasiado controlador y traté de no hacer cosas por mi cuenta más de lo él que podía soportar. Pero… una persona no puede evitar ser quien es.

Necesitaba mi propio espacio; él
necesitaba supervisar cada pequeña cosa que hacía. Rompí con él otra vez
durante mi tercer año de secundaría.
Fui muy amistoso al respecto. De verdad. Le pedí que se sentara y mantuve mi voz tranquila cuando le dije que éramos dos personas totalmente diferentes y que simplemente no encajábamos juntos. Creo que la parte que no le gustó fue cuando le dije (lo más cuidadosamente posible) que necesitaba buscar asesoramiento psicológico para ayudarle a lidiar con sus problemas de manejo de ira. Sí, me dio una golpiza tremenda. El peor daño lo tuve en mi brazo, el cual se rompió con un crujido bonito y doloroso después de que me empujara por un tramo de las escaleras. Iba muy bien en su camino de convertirse en un golpeador. Al final, aprendí mi lección.

The value of a love (vhope)    Historia 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora