VIII

596 128 6
                                    

HOSEOK

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

HOSEOK

Cuando fui a hacer de niñero la noche del viernes, y el lunes después de eso, no conseguí ver a Taehyung ningún día. Él ya se había ido a su trabajo del “club de campo” para cuando llegué. Y las dos noches, Yoona llegó a casa de
trabajar antes que él, lo que significaba que se había quedado hasta tarde… con una clienta, sin duda. El pensamiento me hacía arder con… no lo sé. Muchas emociones. Rabia, celos, tristeza, depresión. Yo era un lío enmarañado y abrasador por dentro. Y su madre se olvidó de pagarme (sí, las dos noches). Pero Mason ya me había advertido que ella era un poco olvidadiza a la hora de pagar sus deudas. El único punto brillante de esas noches había sido poder pasar tiempo con el chico más dulce con parálisis cerebral de la faz del planeta. Me enamoraba rápidamente de Jimin y de su sonrisa. Después de que el lunes le pinté las uñas de las manos y de los pies de morado pasión, y las decoré con algunos brillantitos de plástico, la sonrisa más grande y brillante iluminó su rostro. Tuve la tentación de jalarla para darle un enorme abrazo de oso y besar toda su adorable cara. Lo puse a dormir leyéndole el primer capítulo de Harry Potter, el cual traje para Taehyung. Luego me arrastré hasta la cocina de los Park y traté de ponerme un poco al día con los deberes. Me atasqué haciendo la asignación de
humanidades antes de que Yoona se presentara alrededor de veinte minutos antes de medianoche. Disgustado porque ni siquiera había tenido un vistazo de Taehyung, e incluso más disgustado porque sabía el por qué, conduje a casa e hice un recorrido por mi apartamento para asegurarme de que nada parecía alterado. Cuando colapsé en mi cama, olvidé poner el despertador. Así que por supuesto, me dormí el martes. Sin tiempo para arreglarme el pelo o maquillarme después de una ducha rápida, salí corriendo por la puerta, pensando que tendría que comprar el desayuno en el campus. Pero, al contrario. Recordando que estaba baja de fondos durante un par de días más, volví a entrar corriendo en el apartamento y cogí un plátano de mi frutero raramente usado colocado en la encimera de la cocina. Llegué al campus diez minutos antes de empezar mi clase, lo que me hizo rechinar los dientes y preguntarme si, después de todo, hubiera tenido tiempo para arreglarme. Mi mesa de siempre, donde había comido por primera vez con Taehyung, se encontraba ocupada. ¡Ocupada! Lo sé, iba a tener que tallar mi nombre en ella. Me dejé caer ante un árbol cercano y colapsé sobre un parche de hierba al sol. Sacando el plátano de mi bolso, arrugué la nariz ante las manchas marrones debidas a la edad de la piel y decidí que estaba demasiado cansado para comer, de cualquier manera. Así que cerré los ojos y esperé hasta que fuera el momento propicio para arrastrar mi trasero a clase. Trataba de impulsarme para levantarme cuando una sombra bloqueó la luz del sol. Sentí a alguien de pie por encima de mí un segundo antes de que la voz que amaba y odiaba al mismo tiempo (porque me hacía querer cosas que no podía tener), dijo.

— Pregunta.—Abrí los ojos para ver a Taehyung. Se veía perfecto. Como siempre. Llevando pantalones flojos y desaliñados, y una ajustada camiseta de cuadros oscura, me sonrió, sosteniendo sus manos detrás de su espalda.

—¿Qué? —murmuré adormilado.

—¿Por qué estamos sentado en la hierba esta mañana?— ¿Estamos? ¿Cuándo nos habíamos convertido en un nosotros? Dios, amaba cómo decía nosotros. Maldición, nunca seríamos un nosotros. La vida era tan malditamente injusta. Agité una mano de forma perezosa en dirección a mi mesa. —Si no te has dado cuenta, nuestra mesa ya está ocupada. Él miró por encima y luego me miró de nuevo.

The value of a love (vhope)    Historia 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora