XIII

614 127 25
                                    

HOSEOK

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

HOSEOK

Supongo que tenía que suceder con el tiempo, pero aun así no estaba
preparado cuando lo hizo…

Trece días después de la fiesta de Jin del Día del Trabajo (también conocida como la noche en que Kim sexy Taehyung casi me besó boca a boca y
posteriormente me abandonó) Jimin tuvo su primer ataque. Bueno, su primer ataque cerca de mi, de cualquier modo. Sí, entré en pánico totalmente. Un segundo ayudaba a mi pequeño amigo en la bañera, haciéndolo reír con los chistes más cursis de toc-toc del planeta. Al siguiente daba bandazos en su silla de baño, todo su cuerpo convulsionando. Fue un milagro que cogiera su resbaladizo y húmedo torso antes de que tuviera una seria caída de cara.

—¿Jimin? —grité—. Oh, Dios. ¿Qué pasa? ¿Qué pasa, cariño? —No podía responderme. Tenía que sujetarlo con fuerza para que no se sacudiera hasta escaparse de entre mis brazos. Me llevó un poco de esfuerzo darme cuenta de lo que pasaba a través del pánico. Pero no me tranquilizó en absoluto una vez que lo hice. Un ataque. Pero, oh, mierda. Un maldito ataque. Mi mente se quedó en blanco. No podía recordar ni una sola cosa de lo que me dijo Yoona acerca de las convulsiones, excepto que no había nada que hacer para detenerlas. Oh, y que tenía que asegurarme de que no se hiriera a sí mismo en medio de una. Ya que el baño parecía demasiado reducido y malditamente peligroso de repente, medio lo cargué, medio lo arrastré hasta el pasillo. Dejando su cuerpo contorsionado sobre la alfombra, me arrodillé a su lado y acaricié su hombro una vez antes de precipitarme al baño para coger todas las toallas que pude ver. Después de cubrirlo, di un paso hacia atrás y estallé en lágrimas. Mordiéndome los nudillos para contener mis sollozos, me lancé hacia el vestíbulo y entré en la cocina para revolver mi bolso en busca de mi teléfono. Arranqué la lista de contactos de emergencia de la nevera a la siguiente respiración.

Me había alejado de el durante sólo tres segundos, pero se sentía como si hubiera pasado demasiado tiempo para cuando volví, cayendo de rodillas a
su lado. Casi esperando ver espuma saliendo de su boca como si se hubiera
vuelto rabioso, aparté mechones de pelo húmedo de su cara y agarré el
teléfono con mi mano libre. Yoona no respondió su teléfono después de cuatro tonos (y juro que esos fueron los cuatro jodidos tonos más largos de mi vida). Creo que tuve cerca de tres mini ataques al corazón entre cada uno. No pude soportar esperar por un quinto, así que colgué y busqué el siguiente número en línea en la lista de contactos. El número de móvil de Taehyung. Mis dedos temblaban tanto y mi cerebro estaba tan sobrecargado de
miedo, que sabía que tenían que estar golpeando los números incorrectos, pero seguí dando golpes hasta que una llamada hizo eco en mi oído. Me limpié un exceso de lágrimas de mis mejillas y escuché el silencio haciendo eco después del primer tono. Podía contar cada latido de corazón mientras golpeaba contra mi pecho. Dios, si él estaba con una clienta ahora mismo, iba a matarlo. Justo cuando empezó el segundo tono, respondió y juro que su voz nunca había sonado tan maravillosa.

—Taehyung, te necesito; no sé qué hacer. —Apresuré las palabras, haciendo una larga frase sin respiración y sin sentido—. Jimin está teniendo un ataque y no sé qué hacer. No deja de temblar, y Yoona no responde su teléfono. Estoy tan asustado. No sé qué hacer. —¿Había mencionado ya que no sabía qué hacer? Taehyung no respondió de inmediato. Después de una pausa dolorosamente larga, dijo.

The value of a love (vhope)    Historia 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora