Hoy, día jueves, te conocí, ciertamente no sé si era miércoles.
Hicimos un par de bromas en el grupo de amigos, nos presentamos y reímos un buen rato entre todos, te vi verme más de una vez, seguro pensaste que era una payasa por tantos chistes sin sentido, pero te reíste, supuse que estabas a gusto.
Lo admito, no te miré mucho, no eras el tipo de chico por el que una se voltea dos veces en la calle, para verlo, no eras muy alto, ni musculoso, ni hablabas mucho, más bien tenías cara de ser mala leche, pero eras gracioso y tu acento, uff me encantó casi al instante. Además con la mascarilla tampoco es que pudiera ver más allá de tus lindos ojos marrones, y tu cabello castaño muy oscuro, ese día nos despedimos y justo antes de que mi autobús arrancara, volteé y bajé a pedirte tu número.
¿Por qué?
Ni idea, fue un impulso y lo seguí, me viste confundido.
Al final me fui sin tu número, porque mi amigo ya lo tenía y quedamos en que él me lo pasaría, pero me dio una excusa para despedirme de ti de nuevo con un beso en la mejilla, claro, me despedí de todos los allí presentes otra vez, pero no fue igual.
Ese día en la tarde, finalmente te tenía registrado en mis contactos, no tenía ni idea de que escribirte así que tras escribirle a los demás te dejé un simple:
Dejo un hola por aquí.
Soy Camila de la escuela.
Tú respondiste algo que me dejó trastocada, no lo negaré:
Listo, mor.
Agendada. ;)
No le tomé mucha importancia porque sabía que era parte de tu jerga, pero no sé, nunca me habían llamado de esa forma a la ligera, decidí olvidarlo y dejarlo como algo común.
En ese momento solo quería ser tu amiga.
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Las palabras que nunca leíste.✔
القصة القصيرةDicen que a la vida de una persona llegan tres amores principales, el primero, el que te enseña cuan hermoso es querer a alguien y te muestra lo bonito de ese sentimiento el que no te hace sufrir, ni llorar, pero se va porque no era su tiempo, porqu...