Había pasado una semana, ya no lloraba, solo me enfadaba o me ponía triste, pero no volví a malgastar una lágrima en ti, sabía que tú seguramente estarías perfectamente, o al menos eso me decía para no hacerme ilusiones, para no esperar un mensaje tuyo que no llegaría, que no llegó.
No esperaba una llamada ya, un arreglémoslo, y la parte más cuerda de mí, se alegró por eso, porque sabía que, de haber recibido algo, una mínima señal... te habría dado un sí que no te merecías, sino lo recibía no podía fallarle a ese lado cuerdo que no quería verme llorar de nuevo hasta dormirme sin entender.
-
Al organizar mi closet encontré tu abrigo gris, lo olí aun arriesgándome a verme como una loca, tu olor aún estaba en la prenda, tan solo mezclado ligeramente con el mío, lo abracé fuerte deseando que fueras tú, recordando cuantas veces me sentí plena entre tus brazos. Luego lo escondí en el fondo de mi cajón, no quería repetir ese acto tan patético, te lo devolvería en cuánto pudiera.
ESTÁS LEYENDO
Las palabras que nunca leíste.✔
Kısa HikayeDicen que a la vida de una persona llegan tres amores principales, el primero, el que te enseña cuan hermoso es querer a alguien y te muestra lo bonito de ese sentimiento el que no te hace sufrir, ni llorar, pero se va porque no era su tiempo, porqu...