Empieza el juego

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A la mañana siguiente Hermione decidió dar inicio a su plan, aunque tuvo que esperar un par de días para ejecutarlo pues casi nunca veía a Malfoy solo, siempre estaba acompañado por sus gorilas amigos o con Parkinson pegada a él.

Una tarde después de que todas las clases terminarán y aprovechando que Lavender volvía a estar como chicle a Ron decidió ir tras Malfoy, primero para no tener que verlos juntos provocando su ira y segundo porque eso haría que Ron no preguntara por ella.

Draco recorría los pasillos de regreso a su habitación necesitaba descansar un poco antes de regresar nuevamente a seguir con el estúpido armario, Crabbe y Goyle estaban ya listos esperándolo dónde siempre así que se apresuró para estar solo y que nadie lo siguiera. Estaba por girar en dirección a las mazmorras cuando sintió un tirón en su brazo, que lo hizo retroceder un poco, miró hacia atrás y pudo reconocer una cabellera castaña e indomable, dejo que Hermione lo arrastrará hacia un aula sin poner resistencia.

Cuando la castaña aseguro la puerta Draco la miro molesto.

—¡Se puede saber por qué me arrastrarte hasta aquí!

—¡Qué! Pretendías que te hablara frente a todos… Que asco…

Esta vez Draco no tuvo que fingir molestia, como se atrevía aquella sangre sucia a despreciarlo de esa forma a él.

—No recuerdo que tú y yo tengamos algo de que hablar… —dijo con tono frío mientras caminaba hacia la puerta.

—Me equivoqué, ok lo siento… —soltó Hermione.

Draco permaneció de espaldas a ella pero se había detenido.

—Dijiste que habías cambiado… Que querías ser amable… Demuéstramelo…

—A cambio de que… —dijo el rubio al cabo de unos segundos de silencio.

—Déjame… Enseñarte algo…

Draco giro sobre sus talones para encontrarse con la mirada de Hermione que estaba puesta en él decidida y desafiante. El la examino por unos segundos tratando de entender sus intenciones.

—Si lo hago… Aceptarás la caja…

La castaña resoplo molesta, no confiaba en ese gesto de gratitud con aquella caja, y definitivamente no se fiaba de aceptarla, pero si esa era la única manera de lograr su plan.

—Después que me dejes enseñarte… —contesto con autoridad en su voz.

Draco sonrió levemente sabiendo que solo era una pose para verse ruda y confiable, pero serviría con tal de librarse de una vez de todos sus problemas.

—Bien es un trato —Draco estiro su mano y Hermione la tomo sin dudarlo.

Que empiece el juego.




⚯͛


Esa misma noche se reunieron en la torre de Astronomía, lugar que Draco escogió para su encuentro. Cuando la castaña llegó el rubio ya se encontraba ahí apoyado al barandal que daba una gran vista de lo terrenos del colegio.

Solo un juego (Dramione)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora