Conozco al verdadero Draco

160 14 0
                                    

—Jure protegerte —dijo Snape mientras se acomodaba en la silla del director mirando a Draco con reprimenda.

—Cuando debía cumplir mi misión...

—¿Crees que necesito de un juramento para preocuparme por la vida de mi ahijado? —pregunto irritado Snape mientras colocaba una taza de té en la mesa de su escritorio para él y Draco.

El rubio tomo un sorbo examinando la oficina del director, la cual no tenía cambios practícateme en nada a comparación de su antiguo dueño.

—A mi padre no le gustará nada cuando se entere —soltó después de unos segundos retomando su antigua conversación sobre estar en contra del señor tenebroso.

—Pues a tu madre no le importo cuando vino a suplicarme que te salvara mientras te desangrabas… se que le tienes resentimiento, pero por ponerte a salvó a él tampoco le importará… el amor hacia los hijos nos hace cometer locuras… lo entenderás cuando tengas los tuyos.

—Tu nunca tuviste...

—Yo nunca luche lo suficiente por la mujer que amaba.

—La misteriosa mujer por la que tuve que soportar un crucio solo por preguntar quién es... ¿Alguien alguna vez lo supo?

—Dumbledore… Y si prestarás más atención a los detalles ya lo supieras…

—Se quien es… solo quería que me lo dijeras tú… ¿Te dolió? Saber que murió…

—Tanto que una parte de mí murió con ella… —dijo el hombre mirando a la nada perdido en sus pensamientos, pero luego al ver la expresión de Draco agregó—, eso no te pasará a ti…

Draco aparto la vista de su padrino sintiendo un nudo en el pecho por la idea de que ese era realmente su futuro. Quiso decirlo, gritar lo desesperado y aterrado que estaba por todo eso, pero a cambio solo preguntó:
—¿Crees que la acepten, mis padres?

—No —soltó Snape con tono de burla, aunque sin soltar una sonrisa mientras salía de la oficina del director.

Draco termino su té y se dirigió al baño del tercer piso, Myrtle la llorona apareció a solo unos segundos.

—¡Draco! Viniste a verme…

—No creíste que me olvide de ti ¿O sí?

Myrtle suspiro enamorada mientras miraba a Draco con atención.

—¡Dejaste de venir! —reprocho el fantasma.

—Lo siento mucho… estuve muy ocupado, ya sabes la guerra…

—¿Aun tienes miedo? Puedes llorar si quieres… quedarte compartiendo el retrete conmigo…

—Muy tentadora oferta mi lady, pero no creo que eso sea del agrado de mi novia.

Myrtle se alejó furiosa mientras soltaba sus estridentes llantos y Draco solo sonrió.

—No te molestes conmigo Myrtle… tu siempre serás mi preferida… a demás necesito tu ayuda.

La fantasma no respondió, pero los sollozos habían parado así que el rubio continuo.

Solo un juego (Dramione)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora