Deseo

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¿Estaba loco?

Posiblemente.

¿Podría ir a prisión?

Tal vez, pero un hechizo lo sacaría de cualquier aprieto en el mundo muggle. Además, eso no importaba, cuando Harry le menciono el color de ojos de la pequeña no lo resistió y ahora estaba en la entrada de una escuela esperando que la pequeña saliera.

Hermione estaba retrasada para retirarla, misteriosamente su auto se quedó sin gasolina en medio camino y de un momento a otro la misma volvió.

Lira estaba en una banca sentada esperando a su madre así que Draco se acercó cuidadosamente.

—Hola —dijo él manteniendo su distancia para no asustarla —¿me recuerdas? Soy amigo de tu madre, estuve en tu casa ayer. Soy Draco Malfoy.

—Mi madre dijo que no hable con extraños.

—Y haces bien…

—¡No iré contigo a ningún lado! Se gritar y fuerte.

Draco sonrió por la personalidad de la pequeña—. Me parece perfecto… solo me quedare cerca hasta que tu madre llegue nada más descuida.

Lira tomo un palo del suelo y apunto a Draco con los ojos entrecerrados.

—Bien. Pero te estaré vigilando.

Unos pocos segundos después, cuando Draco noto que la niña se relajaba ante su presencia así que decidió hablar.

—¿Qué te paso ahí? —pregunto al notar una cicatriz en su rodilla derecha.

—Una niña me molestó y bueno…

—Qué…

—Es que no puedo decirlo… es algo raro…

—Bueno, tienes suerte yo sé mucho sobre rarezas.

—Una niña Penélope Whitmore me estuvo molestando porque no tengo papá y cuando estábamos en los baños… ella me empujó y caí, estaba muy molesta y de pronto… las llaves de agua explotaron y… yo no sé que pasó…

—¿Enserio hiciste eso? —pregunto asombrado.

—No fue mi intención yo no quise hacerlo, mi mamá dice que no fui yo, que eso es imposible.

Draco iba a responder cuando Hermione apareció frente a ellos.

—¡Qué haces aquí con mi hija!

—Estoy haciéndole compañía mientras llegas, relájate…

—¡No me relajo nada! Lira sube al auto…

—Pero mamá…

—¡Lira has caso!

—Ve con tu madre…

—Bien… adiós Draco.

Hermione fulmino con la mirada al rubio antes de subir al auto y desaparecer.

Hermione estaba en la cocina preparando algo de comer, aún con las imágenes de Draco junto a su hija, los últimos días Harry le había contado más cosas sobre su vida, y era precisamente Draco la parte que más la descolocaba.

El timbre de su casa sonó y a los segundos Lira abrió la puerta. Hermione siguió en sus asuntos, ya que asumió que se trataba de Bob que llegaría esa noche para cenar.

—¡Draco! —escucho a la pequeña gritar y Hermione salió disparada de la cocina.

—¡Qué haces aquí! —grito Hermione furiosa.

Solo un juego (Dramione)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora