Sacrificio

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Pequeñas gotas de agua chocaban contra el lago como si de un minutero se tratara marcando el tiempo, provocando que el corazón de Draco palpitara con mayor fuerza a cada siguiente segundo.


Ella estaba ahí, estaba viva y lo había estado esperando todo este tiempo. La culpa lo invadió apenas ella hablo y fue incapaz de responder. Intento avanzar hacia ella, pero su grito negativo y frio lograron detenerlo sintiendo su corazón apretarse.


Eris apareció a pocos metros en medio del lago mirando con euforia la escena y Hermione por primera vez mostro una expresión de puro odio hacia la diosa.


—¡Púdrete! —grito la castaña arrastrándose hacia las puntiagudas piedras que emulaban barrotes para impedir atravesar el lugar donde se encontraba.


—Vamos Granger ¿no me digas que no quieres salir de aquí? Ahí esté tu boleto de salida —dijo Eris señalando a Draco quien sin entender nada disimuladamente trataba de avanzar lentamente.


—¡No te acerques! —volvió a gritar Hermione al notar las intenciones del rubio.


—Hermione... vine por ti... yo...


Una figura camino por el sendero ignorando a Draco como si no lograra verlo, caminaba directo a Hermione atravesando sin problema las rocas que la mantenían encerrada, mientras la castaña inútilmente intentaba alejarse de aquel espectro.


—¡Aléjate de ella! —grito Draco, aunque aquella figura ni se inmuto con su orden.


Cuando llego hasta ella tomo sus hombros y el grito desgarrador de la castaña retumbo en cada centímetro del lugar, mientras la figura desaprecia. Draco no soporto más y corrió hacia ella destrozando la jaula con un simple movimiento de varita.


Cuando al fin la pudo tener lo suficiente cerca noto las cadenas doradas que envolvían su cuerpo aferrándola a la estructura detrás de ella.


—No puedes salvarme —hablo Hermione con la voz entrecortada, luchando por recuperarse.


—Yo sí—. Theo apareció entre la oscuridad con los puños apretados y la respiración entrecortada.


—No, Theo por favor —suplico la castaña.


—De que mierda hablan —soltó exasperado Draco.


—Este es el sacrificio —contesto Theo mirando al rubio —. No hay forma de liberarla, este es su castigo...


—Almas —soltó Draco entendiendo todo—, la convertiste en una conexión con el otro lado...


—Y por cada persona que cruce... ella pagara con dolor —respondió la diosa con una sonrisa triunfante.

Solo un juego (Dramione)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora