Olivia...
Me encontraba en un baño encerrada con dos completos extraños, los cuales no me quitaban los ojos de encima.
-Olivia- sonrió el rubio.
-¿Qué hacen aquí?-
-Si tu no vienes a hablar con nosotros, es nuestro turno hacerlo- respondió Vicco.
-Disculpa pero un baño no es lugar para hablar-
-Entonces nos vamos- me extendió su mano para que la tomara, pero negué.
Piero bufó, como si estuviera cansado -¿Por qué lo haces tan difícil hadita?-
-No me llames así-
-Eso no te molesto antes- Vicco se acercó un poco mas -lo recuerdas, cuando te decía así y tu me sonreías-
-Yo no... eso no fue real- mi vista fue a un punto diferente del lugar.
El rubio no me dio tiempo a asimilarlo, se posicionó detrás de mí y me cargo, recostando su espalda contra la pared.
Piero sostenía mis piernas mientras Vicco acariciaba mis pechos, ambos tenían la respiración acelerada mientras a mi me faltaba el aire.
-Vuelves a decir que no nos conoces- el rubio que tenía detrás me tomo del mentón -y te follare frente a todos para que sepan que eres jodidamente nuestra-
-No nos gusta este juego en el que nos tienes- el pelinegro soltó mi muslo y llevó sus dedos a mi pezón-fingir que no somos reales solo lo empeora para ti-
-Pero uste..ustedes-
-Sh hadita- el rubio se frotó en mi trasero-eres nuestra, y esta noche lo vas a entender-
-No aquí... por favor- alcance a formar las palabras.
El que tenía delante sonrió de lado, se separó de mí y me extendió su mano. -entonces ¿si te vas con nosotros?-
Asentí y por fin mis pies volvieron a tocar el suelo.
Como si no hubiera pasado nada, uno de ellos abrió la puerta mientras el otro me sujetaba de la mano -Nos vamos- Vicco me habló antes de salir.
Iba en medio de ambos, no supe en qué momento la casa se había llenado tanto, dentro casi no se podía caminar y vi mi oportunidad. Le guiñe el ojo a un sujeto y este se acerco rápido a separarme de mis dos captores.
-Ven dulzura, vamos a bailar- su mano agarró mi cintura pero duró poco, cuando un puño se impactó en su mejilla.
-¿Quién carajo te dijo que la podías tocar?-Piero gruño enfadado mientras se abalanzaba contra él.
-Piero vamos- su amigo trató de pararlo.
-Si no haces algo, lo va a matar- me solté de su mano -y no iré con asesinos a ningún lado-
Me dio una mirada de advertencia -Más te vale que te quedes aquí, o voy a buscarte donde te ocultes-
-Como sea- me encogí de hombros como si su regaño no me hubiera importado.
Se alejó un poco a buscar al rubio y automáticamente desaparecí como por arte de magia, salí de la fiesta lo más rápido que pude y ni me moleste en llamar un taxi.
Me quite los tacos y comencé a correr a la residencia, esperando que mi estado físico no me traicionara en algún momento y terminará hiperventilando o desmayada en el medio del campus.
No se en que momento llegue a mi edificio, ni tampoco que tan rápido subí las escaleras pero en un abrir y cerrar de ojos estaba en mi apartamento, las chicas no habían llegado pero esperaba que lo hicieran pronto.
Tome mi bata de baño y me interne en la regadera, tenía frío, estaba agotada y quería llorar, la ducha duro lo suficiente para que mi cuerpo se relajara y estuviera preparado para irme a la cama.
Al salir me interne en mi cuarto cerrando con llave, cepille mi cabello y lo seque un poco para no pescar un resfriado o peor aún, amanecer como el rey león, me coloque un pijama calentito y fui directo a la cama, donde ni siquiera revisé mi móvil. Lo dejé cargando y caí rendida.
Vicco...
Había visto como ella se iba corriendo de la fiesta pero también le daba puntos por ser valiente, le dije a mi hermano que este no era el modo de acercarnos a nuestra hadita pero estaba muy ansioso, y yo igual.
Tantos años de verla por una que otra foto que nos daban en el internado, nos tenía totalmente emocionados. Me encontraba en la silla de su habitación observando como ella dormía muy relajada.
La luna entraba por la ventana y dejaba ver un poco de su perfil, su cabello negro revoltoso tapando la mitad de su mejilla, mi móvil vibro y atendí.
-Veo que la encontraron- no podía ser real, ese jodido hijo de puta seguía vivo.
Me levante, deje un beso en su coronilla sonriendo al ver como hizo un puchero y se giró al otro lado para seguir durmiendo.
Tome la copia que tenía de su tarjeta de ingreso y salí al pasillo de la residencia aun con teléfono en mi oído.
-Fausto, pensé que estabas muerto-
-Fallaste el tiro Vicco, además... mi hadita espera- escuche su risa. -y no la puedo dejar sola-
Apreté los puños -Ella no es tuya, no es nuestra culpa que la que tenías fuera débil e insignificante, como tú-
-Ustedes me quitaron a Olivia el día que teníamos que elegir, ella es mía por derecho-
Camine hasta salir del edificio y sentí el frio entrar en mi cuerpo -Escucha Fausto, te veo cerca de Olivia y tendrás nueva ventilación en tu cuerpo. Justo entre las cejas- corte sin dejarlo responder.
Mire a la ventana donde mi hadita dormía y sonreí, era como me la imaginaba. Terca, decidida, gruñona, hermosa y jodidamente adorable; perfecta y solo nuestra.
Holis...Vengo a dejar un ultimo cap hoy...
Voten y comenten si les va gustando.
Se les quiere
Abrazo de koala
Nela<3
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Just A Dream 💎
Teen FictionPiero sostenía mis piernas mientras Vicco acariciaba mis pechos, ambos tenían la respiración acelerada mientras a mi me faltaba el aire. -Vuelves a decir que no nos conoces- el rubio que tenia delante me tomo del mentón -y te follare frente a todos...