Transcurrió dos semanas desde el incidente en el hospital, un caos para los tres afectados. Izuku trataba de entablar conversación con Momo pero esta no respondía los mensajes ni llamadas.
Estaba realmente mal, no quiso realmente lastimarlas, ¡pero que podía hacer!, ¡su hermana o sus amigas!.
Se encontraba en su casa después de que le dieran el alta del hospital, ¿que podía hacer ahora?, estaba solo. Sin compañía alguna.
- realmente.. Valía la pena hacerlo.. - . Susurro viendo la ventana, era un debate entre la razón y el corazón.
Se levantó de su asiento, tomó su celular y marcó un número que realmente creyó que con el pasar el tiempo se lo olvidaría.
- ¿que quieres deku? - . Sonrió al oírlo, esa estúpida voz gruñona que antes idolatraba.
- katsuki, seré directo.. ¿Quieres ir a beber? - . No oyó ruido alguno, iba a colgar cuando Escuchó un suspiro.
- debes estar destrozado, bien te veo en el bar de siempre.. - . Lo conocía bien, el no bebía a menos que sea un "puto" problema según sus palabras.
Colgó y fue a vestirse, necesitaba distraerse de este embrollo que la verdad el solo se metió.
La bebida, su compañera anónima y secreta, un amorío que nadie conocía excepto su compañero y amigo pelicenizo.
Despues de la separación con Ochaco cayó en el trago, lo mantenía oculto por el simple echo de que no quería preocupar a sus conocidos.
Ni su hermana lo sabía, y eso que lo vio tomar unas copas, claro la tarea social. Pero no veía el problema más haya.
Si, midoriya cambio en muchos aspectos, y no para bien.
[...]
No sabía que hacer, debatía entre llamarla y disculparse por lo testaruda y estúpida que fue o simplemente esperar a que esto pasara y ella vendría.
No, Kyoka tal vez la quiera pero tampoco se iba a dejar vencer y ser simplemente una sumisa que iría directo a sus brazos.
Su madre le dijo que lo hiciera, que con verse se resolvería, ¡pero era claro que no!. Después de todo el daño que la ocasionó es posible que esa confianza se haya roto.
- ¡¿porque es tan difícil?! - . Exclamó tumbando con sus manos todos los lápices de su escritorio.
Sus compañeras de trabajo sabían que la azabache pasaba problemas personales que la verdad no tenían el valor de preguntar.
Se dispuso a irse sin decir palabra alguna, atinó a tomar su bolso y se marchó dejando su trabajo inconcluso.
Sus compañeras y jefa la cual era Ryukio entendían su dilema pero esto ya estaba afectando su desempeño.
- chicas alguna de ustedes puede recoger esto.. Y organicen los documentos - . Recibió afirmativa mientras la dragona veía con ceño preocupado a su más grande empleada. - *debe arreglar sea lo que sea que tenga*.
[...]
Quería correr y disculparse con ella, pero es posible que este molesta y aun no tenga el valor para verla.
Eso es lo que ella creía, creía que no venía a verla por que estaba realmente molesta por el simple echo de que usará al niño como excusa para que ella la corresponda.
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Dos mujeres un bebé ✔
RandomAmores desdichados, abandonadas por quienes creyeron amar por toda la eternidad. Un dolor que será olvidado y superado con la ayuda de ambas. Pero son tan orgullosas que no aceptan que se aman. Pero eso cambiará cuando una decida hacer un cambio en...