El día había llegado, ese día que tanto había pensado y temido, había llegado, finalmente.
Salí de la cama con pesadez.
Me di una ducha, me vestí con una camisa blanca y pantalones de vestir negros, zapatillas del mismo color con punta fina y un bolso, me puse las gafas y salí de casa directo a la empresa.
Hoy iría a ver a Jimin para ver el equipo que llevaríamos. Al llegar, baje del auto, camine a la entrada y cruce la puerta giratoria.
Entre al ascensor y me dirige al piso 28, espere unos minutos, finalmente el tintineo del ascensor me interrumpió, volví a dirigirme a la oficina de Jimin, di 2 toques leves a la puerta, segundos después se escucharon 2 voces, una era femenina, y la otra era de el.
—Espera detente.—se alcanzó a oír.
—¿Jimin?—volví a dar un toque a la puerta.
—¡Espera, no abras!
Pasaron los segundos, y las puertas se abrieron. Había una chica con él, al parecer era de la empresa pues portaba el traje, la chica salió de prisa, solo me paso un hombro, sin decir nada. Mientras tanto Jimin se acomodaba el cinturón del pantalón un tanto nervioso.
—Vaya, es la cuarta vez que veo una chica en las mismas situaciones Jimin. ¿Cuando dejarás de ser tan mujeriego?—reí. Cerré la puerta detrás de mí, me quite los lentes y los guarde en el bolso, camine hacia su escritorio, donde el estaba.
—Cuando tu me aceptes una cita.—sonrió pícaro.
—Sabes que—
—Ya, si si, entiendo, solo es joda cariño.—se acerco y beso mi mejilla, un tanto cerca de los labios.
—No me beses —rápidamente me limpie— Quién sabe con que tocaron esos labios hace unos minutos.
Comenzó a reír.—No es para tanto. Ella hizo el trabajo.—se recargo en el escritorio.
—Dios, deja de hablarme de las porquerías que te hizo, y menos de tu vida sexual.
—Bueno, tu nos llevaste al tema.—dijo con una sonrisa.—Además, sabes que tú y yo ya hemos teni—
—Bien ya, entonces dejemos el tema. ¿Quieres?—lo interrumpe— Vine por el equipo.
—Claro.—soltó una leve risa.—Aunque eso no descarta que aún lo recuerde.—murmuró aún riendo.
—Solo estábamos ebrios, así que no hubo nada más que eso. ¿Ya tienes todo el equipo?
—Así es, está mañana vinieron a dejarlo. También el de Yoongi.—Jimin abrió una pequeña puerta de un armario, dentro habían varias cajas blancas marcadas cómo "trabajo, expedientes, completados, números, clientes, etc"
Tomo una en particular, era negra, grande, estaba sellada, la saco del armario junto con otra, posiblemente la de Yoongi. Puso ambas cajas en su escritorio, con una navaja que sacó de su cajón la abrió, le quito el empaque y me la dio.
—Está es la tuya.
Tome la caja con las manos un tanto temblorosas, mis dedos buscaron alguna forma de abrirla, hasta que encontraron un zipper, comencé a abrir la caja, rodee toda la caja y se abrió, dentro, había un arma, con un silenciador, un cartucho de balas, a un lado estaba un pequeño auricular, similar al de Yoongi, pero en negro, una pequeñísima grabadora que pondría en el vestido, y una cámara del mismo tamaño.
—¿Todo bien?— la mano de Jimin se dirigió a mi espalda, dio una leve caricia reconfortante y se aparto.
—Sí. Todo, bien, solo.—suspiro.— Espero todo salga bien. No solo es mi trabajo, si no el de alguien más, si algo llega a salir mal, será mi culpa.

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Agentes
RandomÉl le había arruinado la vida. Y ahora él, se lo arruinaría a el. Taehyung buscaba venganza, deseaba arruinarle la vida a esa persona que tanto odiaba. Y en eso estaba, a punto de hacerlo. Hasta que una chica llego y jodio sus planes, su venganza...