[Capítulo 6]

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¿Acaso el sabía que él estaba detrás de esta misión?

Después de haberse ido y dejarme completamente confundida, salí de la cocina y baje al primer piso con sumo cuidado.

Yoongi estaba parado en una esquina de la habitación, observando a la nada, tenía un semblante completamente serio.

—¡9 millones!—grito la señora con la que Yoongi había hablado. Alzó un pequeño cartel en circulo con el 9 en el medio.

—¡9 millones!, ¿alguien ofrece más? ¿9.5?

—10 millones.—dijo un chico, hizo lo mismo al alzar su paleta de apuesta.

Taehyung camino hacia su acompañante, justamente el chico que había ofertado los 10 millones.

—¡12 millones!—contestó de nuevo la señora.

—15 millones.—el acompañante de Taehyung se levantó, y mostró su paleta.

—¡Vendida al caballero!—grito con entusiasmo el señor a cargo de la apuesta.

Taehyung pareció susurrarle algo al oído, este asintió y fue por la estatua. Subió hasta la plataforma y la tomo.

—¿Cuál es su nombre?—preguntó el encargado.

—Hoseok, Jung Hoseok. Un placer hacer negocios con usted.—dijo con una sonrisa, tomo la estatua, la metió a una pequeña caja hecha a su medida y se la llevo.

Ambos salieron del salón, gloriosos y triunfantes, habían llamado la atención de todos, el show ahora era suyo, todos comenzaron a murmurar entre sí mientras no despegaban la mirada de aquel par de chicos.

—Debemos irnos, Ahora.

Habló Yoongi apareciendo a un lado mío de un momento a otro.

—Hay algo que debo decirte.

—Me lo dirás en el auto.

—Es importante.

—Espera hasta el auto.—me tomo de la muñeca y me guió hacia la salida.

Su mano ejercía fuerza contra mi muñeca, comenzaba a doler, parecía molesto, enojado, furioso por esa forma de tomarme. Necesitaba descargar su ira, y lo estaba haciendo conmigo.

Al llegar a las escaleras para bajar al estacionamiento su agarre disminuyó, y lo agradecía, con mi otra mano quite la suya.

—Me estás lastimando.

Mi vista se dirigió a mi muñeca, una gran marca se estaba haciendo cada vez más visible. Poco a poco el color rojo se apoderaba de toda mi muñeca, incluso se veían las marcas de sus dedos.

—Y-yo, lo siento, lo siento T/n en verdad, no quise hac—

Intento tomar de nuevo mi mano, pero lo detuve.

—Solo vámonos de aquí.—dije sin verlo al rostro.

Llegamos al estacionamiento, abrí la puerta del auto del copiloto y me senté, me coloqué el cinturón y espere a que Yoongi encendiera el auto.

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Me quite el micrófono del escote, al verlo no pude evitar recordar lo que había sucedido en aquella cocina.

¿Realmente había besado a la persona que me intento matar?

Sus palabras se repetían en mi mente, una, y otra vez.

Te encontraré, Robert, se que me estás escuchando.

Se que me estas escuchando...

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