[Capítulo 10]

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T/n.

—Señor, todo está listo, el vendrá en unos días.

—Bien, cuando llegue, mantenlo seguro.

—Seguro señor.

Las voces se oían a través de la puerta, el cuarto era grande, estaba a oscuras, era seguro que ya era de noche, aunque las cortinas tapaban la ventana, la luz lograba colarse hasta llegar y alumbrar un poco la habitación.

Me levanté y me senté en la cama, observé todo a mi al rededor. Nada era conocido, y lo único que recordaba, era haberme encontrado y peleado con ese chico, Taehyung.

Taehyung

Los expedientes.

Las palabras del señor Robert llegaron mágicamente a mi mente, dándome un golpe mental.

"te lo ruego, que ese paquete no llegue a manos de Taehyung, ¿entiendes?"

Rápidamente me levante, y comencé a buscar entre mi ropa, mis recuerdos llegaban hasta el momento donde el me había tocado, todo era tan confuso, mis memorias no eran del todo seguras.

No había nada.

Busqué entre las sabanas e intenté buscar con un gramo de esperanza por toda la habitación encontrar esos expedientes, pero no estaban.

Varios pasos se acercaban, no era una sola persona, al menos, eran unas 3. Seguí sin dejar de buscar por debajo de la cama, cuando la puerta fue abierta, era él.

—¿Buscas esto?—levantó los expedientes.

Me levanté del suelo, y me quede parada a un lado de la cama, no sabía como tendría que escapar de aquí, tampoco sabía lo malo que podría ser que el tuviese los expedientes, pero algo de lo que estaba segura, es que había hecho una promesa, y la cumpliría.

—Déjenos solos.—habló, dio un par de pasos hacia mí, y suspiró.—Escucha. Conozco a Robert.

—No me importa lo qué digas, puedes mentir todo lo que quieras, pero no te creeré.

—Lo sé. Pero escucha, escúchame bien, no eres la única a la que le han mentido. Antes de todo esto—hizo una leve pausa.— quiero que me ayudes.

¿Acaso acababa de decir lo que creía escuchar?

—¿De qué estás hablando?

—Sé que suena estúpido e ilógico decirte esto, pero realmente, necesito que me ayudes, no voy a obligarte, pero debo mencionar que puedes joderte la vida si no lo haces.

—¿Por qué lo haría?

—Por que sé que conoces a Robert, por qué sé todo tu expediente, y por qué... por qué puedo ayudarte.

—¿Ayudarme? Tú mismo me acabas de joder.

—Te estoy dando una segunda oportunidad de vida, veámoslo así.

—¿Por qué crees que te ayudaré?

—No lo sé, conoces a Robert, y si te cuento todo lo que te ha estado ocultando, estoy seguro que me ayudarías.

—Sé que vas a mentir con tal de que te ayude.

—Lo haría. Pero no, no voy a mentirte como él lo ha hecho.

—¿Por qué dices que el me ha mentido? Realmente, ¿lo conoces más que yo o alguien más?

—Digamos que, soy alguien, con vínculos hacia él.

—¿A qué te refieres con vínculos?—cruce mis brazos sobre mi pecho.

—Solo dire eso.

—No te ayudaré si no me dices la verdad. Dime, ¿qué vínculos tienes con él?

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