[Capítulo 13]

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—¡¿Cómo que no está?! ¡Esa estúpida hoja debe estar por ahí!— gritos que ya le eran conocidos retumbaron por la habitación, seguido de un vaso siendo arrojado, obviamente con mala intención.

¿Debía ir?

Si de algo estaba segura es que no debía, pero quería, la curiosidad mató al gato, así que se levantó y salió de la habitación, bajando las escaleras hasta llegar a la sala, dónde estaba uno de los guardias, Taehyung, y un vaso roto.

Tal vez creyó que ni siquiera la noto ahí, pero fue lo contrario. Se aflojó la corbata que tenía, y desvío la mirada del guardia.

—Vayan de nuevo, y busquen bien carajo.— dijo en un tono mucho más calmado.

—Sí señor.— el guardia salió de la sala.

—Así que no encuentran la hoja...

—No, aún no.

—Tal vez, se cayó en otro lugar, ¿Solo han buscado ahí?

—Repetimos todo el recorrido que hicimos, no hay ningún rastro.

Fueron solo un par de segundos de silencio, pero se sintieron cómo horas. Taehyung abrió uno de los gabinetes de los muebles, saco una venda, y comenzó a vendarse la mano. Ni siquiera se había percatado de la gran herida hasta que está comenzó a dejar un gran rastro de sangre.

—Déjame ayudarte.— se acercó y tomo su mano cuidadosamente.

—No es necesa—

—Debes tener más cuidado. Y deja de ser tan enojón.

Quitó la mal puesta venda, buscó entre los gabinetes, hasta encontrar un desinfectante, limpió la herida y volvió a vendarla. En ningún momento se quejo, solo se quedó observando como ella lo ayudaba, no era muy común para él.

—Volvamos a ver los expedientes, tal vez algo nos ayude.

—Los vimos una y otra vez, no hay nada.

—Entonces busquemos otra forma.

—Para eso la única forma sería ir a cumplir lo que dice.

—Pues iremos. ¿Que ocurre? Tú ayer me decías que iríamos si o si, ahora pareces estarlo dudando.

Quitó su mano de su agarré, soltó un suspiro y cruzo sus brazos sobre su pecho.

—Iremos. —dijo firmemente.

Seguido de eso, subió las escaleras y se encerró de vuela en la habitación de siempre.

Las puertas principales se abrieron, y de allí descendió Jimin, el cual vestía de traje, un traje que solía ver diariamente.

—¿Fuiste a la empresa?

—Sí, ¿Por?

—Sabes algo de...¿Yoongi?

—¿Por qué preguntas por él? No me da buena espina.

—¿Por qué lo dices?

—Es un tanto, raro. No lo sé, solo, espero no te hayas acercado demasiado a él.

—...¿Puedes hacerme un favor?

—Depende. ¿Que quieres?

Miro hacia las escaleras, verificando que Taehyung no estuviese cerca, o al menos que no los viera.

—¿Puedes llevarme a la empresa?—preguntó en un tono bajo, susurrando.

—Oh, Lo siento, pero no creo que sea algo que pueda hacer.

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