Agentes

[Capítulo 12]

—Trae un vaso de agua por favor.

—Enseguida.

La puerta se abrió y se cerro, la cabeza le dolía, sentía como le iba a explotar en cualquier momento, aún así, se concentro en saber, si realmente era esa voz, o su mente le estaba dando una mala jugada.

¿Que hacía Jimin ahí?

Sus ojos se abrieron lentamente, aceptando de poco a poco la radiante luz del sol que se colaba por las delgadas cortinas de la gran ventana.

—¿Jimin?

—Despertaste. —dijo sonriente.

—¿Q-que haces aquí?

La presencia de Jimin en esa casa le hacía sentir confundida, quizá esa era la vez en la que se había sentido tan confundida. En su cabeza se crearon más de mil teorías, y ninguna tenía sentido para ella.

—Hablemos de ti, ¿Estás mejor?

—No intentes evadir mi pregunta, responde Jimin, ¿Qué rayos haces aquí?

Suspiró.

—Conozco a Taehyung, y estoy aquí por él.

—¿Conoces a Taehyung? ¿Que mierda?—se levantó de tope.

—Cuidado. — dió un par de pasos hasta estar cerca de ella, le pasó por un lado, y se sentó en la cama, luego extendió su mano a su lado y dió una palmada, haciendo referencia a que se sentará a su lado.

No le hizo caso, siguió de pie, en guardia, esperando una respuesta estúpida, una mentira, o algo ilógico.

—Escucha. Tal vez no me creas, pero solo te diré la verdad. Yo y Taehyung nos conocemos desde hace años, somos amigos desde entonces, y yo lo estoy apoyando en esto por qué es algo importante para él. E incluso puede salvarte. Pronto te daremos más explicaciones, pero por el momento mantén la calma, ¿Quieres?

—¿Tú estás implicado en esto?

—Tú lo estás, y no te he dicho nada.

—Por qué acabo de hacerlo, y como dijiste, me puede salvar y beneficiar. El problema es que tú mismo dijiste que se conocen desde años, así que, ¿Estás en esto desde el comienzo?

—Tal vez.

—¿Porque estabas en la empresa?

—Para conseguir información.

—Escucha, no entiendo nada de esto, aún así seguiré aquí, pero, ¿Cómo pudiste permanecer ahí sin que Robert supiera?

Esbozó una sonrisa—Soy muy bueno en esto.

Fueron segundos de silencio, en los cuales pensaba tan detalladamente todas las variantes que podría tener, la traición era una de las peores. Aún así, debía permanecer ahí.

Los pasos de una persona subiendo las escaleras retumbaron hasta el pasillo, llegando hasta ambos, Jimin no reaccionó, parecía de lo más tranquilo.

La cerradura comenzó a moverse, y finalmente se abrió. Entonces entró Taehyung.

—Despertaste.—entró, y camino hasta la pequeña mesita, dónde dejo un vaso de agua, y una pastilla.

—¿Quién fue el idiota que me puso a dormir?

—Yo, ¿Por qué?

—¿Porque rayos lo hiciste?

—Por qué debía hacerlo. Jimin, creí que intentaríamos mantenerte fuera de la vista de T/n. ¿No?