Nos fuimos directamente al hotel, con la promesa de que mañana cenaríamos con Rob. El silencio en el coche fue más que suficiente para saber que la reunión había ido bien para Rob, pero nefasta para Cameron.
Al entrar por la puerta de la habitación del hotel, Cameron cerró y tiró sobre la cama su americana.
— ¿De qué mierda conoces a ese Rob Triana?
— Fue mi primer cliente, era amigo de mi padre.
— Esos dos hijos de puta no son trigo limpio—Dijo Cameron— ¿Qué te han dicho?
— Lo que has oído
— No te hagas la loca Triana—Dijo Cameron— ¿Qué te susurró Tyler?
— ¿Tyler?
— ¿Qué te dijo Triana?—Levantó aún más la voz
— Me dijo que debía andarme con ojo porque una mujer como yo no es buena en la industria y que si necesitaba ayuda los llamara—Le dije y Cameron me miró
— ¿Algo más?—me preguntó
— Nombró unos números, 1-6 o algo así—Le dije
— ¿1-6?—me preguntó
— Eso dijo
— ¿Los habías visto antes—Volvió a preguntar insistentemente, hasta el punto de que esto ya parecía un interrogatorio.
— Nunca
Cameron miró al cristal que daba a la playa desde nuestra habitación, me senté en el sillón a su lado.
— Voy a recepción a pedir la cena, no salgas de aquí
— Puedes llamar por el teléfono
— Necesito darme un paseo
Inmediatamente, Cameron salió de la habitación.
Sola, sentada en aquel sillón, reflexioné sobre todo lo que había pasado y todo lo que conllevaba eso. Lo que yo veía como mi vida normal, quizás no lo era.
Aquellos hombres sabían mi nombre, conocían a Cameron y sabían perfectamente que yo desconocía eso y trataron de jugar con mi desconocimiento.
Marqué el número de Scarlett, para contarle que había pasado, pero no me respondió. Por lo que supuse que estaría con Erik u ocupada trabajando.
Preparé una bañera de agua caliente y le agregué unas sales que el hotel nos había dejado sobre la encimera del lavamanos.
Lentamente me hundí en el agua hasta que esta cubrió todas las partes de mi cuerpo.
Pasaron al menos 30 minutos, cuando mis dedos ya arrugados pedían salir de la bañera que anteriormente fue de agua caliente.
Justo en el momento en el que estaba atándome la bata, el ruido de la puerta de la habitación me alertó. Salí de esta y Cameron estaba aún con su pantalón de traje y camisa blanca al lado de esta.
— No quería asustarte—Dijo acariciando mi mejilla
— No lo has hecho—Respondí
— La cena vendrá en un rato—Dijo él— Mientras podemos ver una película
— Cameron—él me miró— Necesito respuestas
— No quieres respuestas Triana
Hice caso a sus palabras, no quedaba de otra.
— Todo lo que necesitas saber, lo sabrás en su momento
Me puse mi pijama y seguidamente me senté en el sillón con mi ordenador. Me habían llegado varios mails hoy y mientras los respondía, vi que Rob ya me había hecho llegar el contrato.
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Contingencia
RomantikSiempre me sentí segura, tanto en mi casa, como en mi trabajo, como en mis relaciones, pero al llegar el invierno todo cambió y ya nunca más pude confiar a ciegas. Todo lo que creía conocer resultó haber sido mentira, ni si quiera conocía a mi padre...