16-Deseos y pesadillas de navidad

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 — No puedo creer que no te acostarás con él—Dijo Scarlett mientras hacíamos las compras de última hora en el centro. Le compré un detalle a Tyler e hice que este le llegara a su oficina esta mañana, al menos así de alguna forma le agradecería lo que hizo por mi anoche.

Esta mañana cuando me levanté, Tyler ya me esperaba con una botella de agua en la mano, cosa que agradecí después de haber vomitado hasta la sequedad. Después pidió las tortitas con nata y fresa más deliciosas del mundo y eso si que mi estómago lo agradeció. Se preocupó al dejarme en la casa de Scarlett, ya que la noche anterior había ido al baño varias veces a vomitar, pero después accedió y aquí me encuentro ahora.

— Scarlett, ¿estás loca?

— Dime que no sientes nada por él, aunque sea un mínimo—La miré negando y ella rió— Te conozco muy bien Triana, aunque sepas lo que es y que puede ser peligroso, te gusta o más que sea te atrae.

— Solo me gusta Cameron

— Nadie ha dicho lo contrario—Dejó la ropa que llevaba en la mano encima mío y me agarró del hombro— Estás enamorada de Cameron y vuestra historia es muy bonita como para que se rompa por un trabajo. Pero estos días os habéis alejado tanto que ni si quiera podéis hablar entre vosotros y eso te está matando.—Lo había descrito exactamente— Y luego está Tyler, que te intentas convencer de que es malo y que no debes tener nada con él, pero nadie sabe mejor que tu que el tío está como un tren y que a pesar de su reputación y de los actos delictivos que haga que aún no sabes cuales son te trata como a una princesa y eso te atrae hacía él, hacía el peligro.

— ¡Quieres dejar de leerme la mente!—Le grité y le devolví sus cosas furiosa porque me conociera tan bien.— Necesito olvidarme de todo esto

— Al menos no tendrás que pensarlo hoy, ni mañana

— Por cierto, Tyler quería que nos pasáramos por su casa mañana

— Siii— Exclamó

— Le dije que no

— Eres tonta—Dijo pegándome un pequeño puñetazo— Podría enamorar a su hermano multimillonario y que me sacara del pisucho en el que vivo.

— Uno, siento decepcionarte, pero estás saliendo con Erik y dos, no sé como puedes llamar pisucho a tu ático en Central Park Tower de al menos 20 millones de dólares

— Pero podría estar viviendo en una mansión con caballos a las afueras de la ciudad con un mafioso forrado y que encima me haga el amor todos los días mirando el campo.

— Estás loca, lo afirmo—Le dije mientras pagábamos los últimos regalos.

Durante el camino a su casa, seguimos hablando de los delirios mentales de mi amiga y cuando llegamos nos pusimos a envolver estos y preparar la mesa para la cena.

Habíamos pedido un catering que llegaría dentro de unos 20 minutos, por lo que puse los platos, cubiertos y copas.

— Pon para cuatro personas—Dijo Scarlett mientras recogía el catering de la puerta y lo entraba a la cocina para ponerlo en sus platos correspondientes.

— Somos tres Scar, tu, Erik y yo

— Erik viene con un amigo—Contestó a mi afirmación.—Quizás puedes acabar con una sonrisa en la mañana de navidad—Dijo junto a una de sus sonrisas pícaras.

— Te parece poco ya tener dos hombres en mi vida, como para tener otro más—Exclamé

— Solo sexo Triana—Scarlett me guiñó un ojo y le tiré una servilleta de tela a la cara.

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