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『[VIKTOR] 』
»──── « ❀ » ────«FINALMENTE, BRUNO ESTABA DE VUELTA EN LA CABAÑA.
Se sentía un poco tonto por haber evitado ir.
Pero ahí estaba de nuevo, siguiendo el camino formado por tierra seca.Había llevado con él una mochila con comida envuelta que había robado de la cocina, su plan era ofrecerla como un modo de disculpa.
Claro, si es que ella le decía que podía pasar y no lo mandaba al carajo por desaparecer de imprevisto.
Tocó tres veces la puerta, inconscientemente susurrando un "toco madera" en el proceso.
Se sorprendió que, al abrir la puerta, no lo recibiera un alborotado cabello negro; En lugar de eso, fue un hombre que fácilmente podría doblarle la altura dos veces.
—¿Quién eres?— gruñó el gigante desconocido luego de escanearlo desde su lugar con un acento extraño marcado en sus palabras.
Bruno se quedó congelado en su lugar ante la vista.
Además de su gran altura, el hombre era de brazos anchos, seguramente formados a lo largo de su vida, tenía el cabello corto pero revuelto con unas cuantas hebras grises sobresaliendo entre la oscuridad de las otras.
Sus ropas se veían más desgastadas que la de cualquiera en el pueblo.
Pudo ver qué tenía cicatrices en el brazo que mantenía extendido para dejar la puerta abierta.
Aquel hombre lo miraba con malquerencia a través de sus ojos grises.Bruno tragó en seco.
—... Yo... Uhm... Adiós.—Balbuceó antes de darse la vuelta dispuesto a tomar su camino de regreso.
Entonces el mayor lo tomó del hombro, y con un rápido movimiento estaba nuevamente frente a él.—¿Quién eres y que haces en mi casa?—Demandó saber nuevamente tomándolo peligrosamente del cuello de la camisa, alzandolo un poco del suelo, con la intención de que no se fuera sin responder; entonces, el Madrigal temió que lo golpearan tanto que no tendría oportunidad de comer siquiera lo que había hecho su hermana.
¿Debía empezar a rezar?
—¿Viktor? ¿¡Qué estás haciendo!?— Escuchó a lo lejos, y entonces sus pies volvieron a tocar el suelo.
A unos cuantos metros, ______ y Nicolás se acercaban con los brazos llenos de ramas de árboles.
El joven hombre agradeció que apareciera de golpe como acostumbraba a hacer.—¿Conoces a este tipo?
—Bueno, si, es un amigo.—Respondió pasando a un lado de el, dejando caer la carga al suelo.—Nos conocimos hace semanas, no había tenido la oportunidad de hablarte de él.— Explicó señalando con la mano.
—Bu-Buenas tardes, señor...— Tartamudeó sin poder levantar su vista más allá de la barbilla del hombre, aún tenía el pánico corriendo en su cuerpo, el pequeño niño prontamente se encargó de tirarlo de la mano para que le prestara atención.
Se alejaron un poco, haciendo que la conversación que mantenían los otros dos fuera desconocida para Bruno.
Un par de minutos bastaron para que el hombre asintiera adentrándose nuevamente a la cabaña.
—¿Vienes a almorzar?— le preguntó cuando estuvo a una distancia prudente.—Porque déjame decirte que venir a almorzar luego de irte por tantos días es bastante descarado de tu parte— objetó alzando una ceja.
Bruno carraspeó antes de hablar—En realidad, estuve ocupado, mi... Mi trabajo no me dejó venir.
"Está bien" respondió la contraria sentándose un poco alejada, con unas cuantas arrugas decorando su rostro por estar pensando en algo que él no podría saber.
Ambos se quedaron en silencio, solo siendo interrumpido por los sonidos que hacía el niño cada vez que jugaba.
Bruno se preocupó al pensar que de alguna manera la relación que mantenían se había vuelto inestable gracias a su desaparición.—Tu papá da miedo...— murmuró rascándose la nuca vacilante.
_____ lo miró confundida.—El no es mi papá.
—¿Ah?— las dudas de el joven de cabello largo acerca de que la pareja amorosa de la muchacha fuera el tal Viktor solo se dispararon al escuchar la frase salir de sus labios.— ¿Es tú... Es tú esposo?
Si Bruno se había alejado solo por escuchar el nombre, si le confirmaban aquello no volvería nunca más.
Podrían decir lo que quisieran de él, pero jamás se atrevería a meterse en una familia.—Pf ¿Qué estás diciendo? Por supuesto que no. Te dobla no solo en altura, si no también en edad.—Añadió soltando risas entre palabras.
» ¿Mi esposo?— Repitió riendo—¿También pensabas que Nicolás era mi hijo? ¿Entonces a qué edad lo tuve? ¿A los trece?
Bruno no quiso admitir que él suspiró de alivio.
— Basta, por favor, el se ve de menor edad.— Replicó un avergonzado Bruno, cubriendo su rostro con la palma de su mano.
—Aún así yo sería muy jóven...¿Por qué tan preocupado al respecto?— le preguntó luego de calmar su risa— Estoy totalmente soltera, si es que acaso quieres intentar algo o presentarme a un amigo, Brunito— dijo subiendo y bajando las cejas mientras pasaba uno de sus brazos al rededor del cuello del varón.
-—Quítate, por Dios, ¿Así eres con todo el mundo?— Se rió el joven Madrigal, alejando a la muchacha con una de sus manos porque esta intentaba besarlo a modo de juego.
El mismo se impresionaba con la naturalidad de sus acciones, como que si fuesen amigos de toda la vida y no conocidos de hace semanas.
—Oh, Bruno, déjate querer por la bruja del bosque, anda.— Instó aún bromeando.
—____, tengo hambre—habló el más pequeño del grupo, acercándose dejando de lado su balón.
—Si... Yo igual, iré a ver cómo va la comida.
La joven se levantó del suelo y se sacudió el verde que dejaba marcado su pantalón sin éxito alguno.
—¿Entonces... Vas a comer aquí realmente? Porque los que comemos aquí, cocinamos.
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Lxs que teorizaban que Bruno era un rompehogares 📉📉📉
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🄳🄴🅂🅃🄸🄽🅈 | 🄱🅁🅄🄽🄾 🄼🄰🄳🅁🄸🄶🄰🄻
FanfictionHuir del pasado es algo que no podemos hacer, porque inevitablemente las memorias siempre nos van a perseguir. Intentar evitar el futuro es un grave error humano, porque pierdes lo más valioso creyendo que es lo mejor para ti. Así que, lo que podemo...