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╚» CAPITULO CATORCE «╝

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『[ALMUERZO] 』
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—TENEMOS UN INVITADO, VIK.

_______ abrió la puerta pasando primero al hogar, el adulto miró por sobre los hombros a los más jóvenes que entraban a su morada.

—______... Quizás no...— susurraba Bruno tomándola del antebrazo.
La nombrada rodó los ojos chasqueando la lengua.

— Ay, déjate de bobadas, pasa, pasa.

Con un brazo en la parte baja de su espalda, la morena empujó al Madrigal dentro.

— Vik, él es Bruno Madrigal, lo conocí hace días y... Bueno, eso. Me cayó bien y me lo quedé. Está bonito y gracioso ¿verdad?— le preguntaba al hombre de gran estatura alzando la vista para verlo a los ojos. "Si no te paras derecho y lo miras a los ojos, es muy probable que te eche" le murmuraron al oído entre dientes.

Obediente, Bruno alzó sus ojos pardos para encontrarse con otro par grises.

Ahí fué dónde su cerebro pareció hacer click.
¿Cómo no lo había notado antes?
Este sujeto estuvo en su casa una vez.

"— Me preguntaba si podía ser posible que alguien del pueblo nos ayudara, señora. Mi familia y yo quisiéramos vivir en el pueblo, solo por un tiempo, pero no hay ningún hotel o arriendo para quedarse."

Quizás si hubiese prestado más atención en lugar de ir buscando la forma de ocultarse en su habitación...

Que el recuerdo viniera de golpe lo aturdió un poco, pero trató de que su mirada no flaqueara al mirar hacia arriba.

—¿Qué edad tienes, muchacho?— preguntó con una voz rasposa.
Bruno abrió la boca para responder, pero su acompañante lo interrumpió.

—Tiene veintitrés— Respondió por él.

—______. ¿Estás casado?

— Soltero y sin hijos, tiene ojos de virgen. ¿No se nota?
Bruno se sonrojó violentamente por su comentario pero no reclamó aún tenso bajo el agarre de la muchacha y la mirada del señor.

—_____.— Volvió a advertir, en un tono más severo.—¿Cómo se conocieron?

— Lo conocí en el río, el día que estaba pintando y fui a pasear.