🌇

271 32 1
                                    

Amaba el amanecer. Su cabello ahora de color rojo fresa sentado en la orilla del mar sintiendo la brisa que naturalmente pegaba a su rostro. Podía respirar, tan tranquilamente sin importar cuantas son las regañadas de sus padres. Salió de su casa temprano para poder alcanzar a ver el sol ponerse en la cima. Una de sus cosas favoritas antes de correr en todo el muelle. Esas horas tan temprano, había pocas personas y unas que otras.

Heeseung tenía un futuro planeado. Era una marioneta manejado por hilos que él no puede romper con su edad. Sus padres quienes desde pequeña desearon que su primer hijo te viera una perfección, una belleza para que lograra ser un idol. Su mamá le exigía el cuidado en su cuarto a un punto dónde él se fue obsesionado en serlo. Sin cometer errores, le contaban ropa cara para que tuviera muchos amigos en el instituto, funcionaba. Una dieta que lo llevaba a desmayos y irse a escondidas para comer algunos dulces. Rechazaba la comida que sus mejores amigos le ofrecía. Podría verse al espejo y decir lo hermoso que es aún así no se sentía capaz de alcanzar aquellos estándares de belleza que sus padres le exigen.

No podía cometer errores. Un ser como él, todos tenían que verlo perfecto. Incluso su sonrisa genuina y su forma de ser amable lo llevaba a muchos problemas con las chicas. El día que conoció a un chico alto y de cabello negro, penoso. Ese día la conoció a ella. Park Jiwon, siempre había escuchado que le llamaban por Megan y su nombre real casi nadie la llamaba así. Solía ser alguien solitario, tenía conocidos que lo llamaban a sus mesas para compartir una comida pequeña. Él decido hablarle a ese chico, que estaba solo, sí, conoció a Niki por Jay y al volverse cercano se volvió cercano a la hermana de Jay. Jiwon tenía dos amigas las cuales lo ayudaron para poder hablar con ella. Era bastante tímido que no le salían las palabras. Le gustaba mucho Megan.

Megan era pequeñita, pues a lo que media él. Podía abrazarlo y llegaba su cabeza en su pecho. Heeseung observaba a Jiwon, notó como se la pasaba con sus audífonos escuchando música durante los recesos y las clases que no tomaba. Lo malo era que ella era mayor que él y que solo le quedaba un año para irse de Corea. Heeseung la enamoraba con detalles pequeños, la llevaba a comprar ropa y sabía que a Jiwon amaba el color morado y negro. La trataba con sutileza, tanto que los mensajes y llamadas durante todos lo días surgieron como si nada. Sin esforzar algo sin necesidad de entrometer sentimientos porque ambos se gustaban.

Ocho meses pasaron cuando la química y la conexión en ambos se mantenía tan unida. Siendo pareja, era aún más perfecto. Heeseung nunca fue mal novio, la comprendía, arreglaban cada pelea tonta y los celos se mantenía por cosas mínimas que supieron manejar. Al momento que ellos creyeron que todo estaba más que perfecto, Heeseung hizo algo que Jiwon no perdonó. Él sabía que ella tenía una inseguridad con Jiheon. Esa chica estaba atrás de él, tanto como los chismes llegaron a Jiwon, su novia. La cuál quería un día comprobarlo y Jiheon lo sabía, ella había agregado cosas que no eran metiéndole mentiras a su chica. Heeseung no tenía idea que Jiheon lo iba a besar a la fuerza. Sintiéndose asqueado, fue una parte de él que Jiwon ya no tenía en ella y todo se derrumbó al ver tal escena con sus cosas.

Intento explicar en todos los sentidos, él había arruinado todo por no saber decir un no y ser amable con tal de que lo vieran bien. El rostro de su chica se tatuó en él... Solo fue un ratito donde supo que la perdió para siempre. Jiwon lo termino. El único que estaba ahí agarrándolo para que no se rompiera era Jay. ¿Por qué Jay no lo golpeó? ¿Por qué no le dijo tantas cosas que él merecía? Lastimó a su hermana, a esa chica dulce que no merecía a una persona como él. Jay lo sostuvo y le había dicho "Quiero golpearte, miré a mi hermanita llorando y ella no quiso que fuera yo él que la consolará... Esa mocosa me mandó a verte si te encontrabas bien y me murmuró con ese «heeseung te necesita» no iba a venir, pero puedo ver que no fue por tí. No te veo capaz" Quería volverla a ver y tenerla en sus brazos. Jiwon se había ido de Corea y aunque ese chica brillante no se quedó a su lado, se llevó una parte de él que jamás olvidaría. Y sí, todavía preguntaba por ella. Perdió comunicación y no se atrevía buscarla.

𝒔𝒐𝒍𝒐  𝒖𝒏  𝒓𝒂𝒕𝒊𝒕𝒐 🌧️ 𝒋𝒂𝒚𝒘𝒐𝒏Donde viven las historias. Descúbrelo ahora