🍜

177 20 3
                                    

Pestañeo al sentir el sabor del ramen en su paladar. Agita sus hombros contento aquello provoca un ruidito gutural placentero y en frente de él, sentado sonriendo cálidamente. Jake invito a Heeseung a una cita pequeña y por el momento Heeseung pidió ramen. Supo que sus papás le obligaban ser el chico perfecto aquel que nada lo rompe y lo abraza. Aquel que es fuerte y no necesita ayuda ni para recargarse. Es ese chico que cae y se levanta. Aún así sigue molestando una sonrisa. Todavía no podría decir que es su novio, porque no lo son y quisiera que lo fuera.

Viendolo disfrutar la comida como un niño chiquito que nunca en su vida comió algo tan rico como el ramen sigue pensado que es algo hermoso. Él es algo hermoso, su existencia es algo hermoso porque es como un pétalo que quiere seguir cuidado por el resto de su vida.

Porque aceptarlo como su pareja incluye que lo apoyará en todo lo que decida, que sí quiere se pintor lo apoyará hasta que sea un pintor siempre aportándole. ¿Cómo podría llamar aquella palabra inexistente? Sus ojos lo ve con adoración. Siento apego. Ama su compañías y está decidido que esté a su lado para apoyarlo. No quiere entregarse, si le da su corazón se llevaría su alma si en algún momento se separa... Él quiere amar.

—Heel  —lo llamó con ternura, este levanta la mirada con la boca llena—, quiero amarte.

Heeseung engacho su mirada y ríe cálidamente.

—Vamos amarnos incluso si nos quieren separar, prométeme que lucharemos —Heeseung ama el ramen, Jake ama verlo comer ramen a pesar que él detesta el ramen y ver a la persona que lucho por él es la respuesta de sus sentimientos.

—Lo prometo.

Entonces, aquella cita de ambos en un restaurante de ramen dónde Jake solo miraba el plato y Heeseung lo comía gustoso es una gran prueba de amor que hizo Jake... Él no le gustaba el ramen.

Heeseung se dió cuenta.

—Hemos estado por ocho meses —el castaño lo mirá con ternura cogiendo ambas mano y besarle la frente—, estoy contento que sigas a mi lado

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—Hemos estado por ocho meses —el castaño lo mirá con ternura cogiendo ambas mano y besarle la frente—, estoy contento que sigas a mi lado.

Habían discutido. Planearon una salida al campo y quizás querían perderse. La idea no era tan mala, pero Niki le discutió algo que le llegó a él por parte de su círculo de amigos. Se sentía inseguro.

—Solo es un compañero de clase que necesitaba mi ayuda —Niki lo escuchaba atentamente y llegó a pensar que se puso celoso por alguien que no sabe ni la existencia de Sunoo y no de él.

—Mis compañeros no dijeron eso.

Sunoo suspira con paciencia

—bien. —El castaño sonríe y aprieta las manos de su pareja con compresión—, mi vida, soy incapaz de hacerte daño. No me falta nada contigo. A la otra que escuches algo así, dímelo con tranquilidad, estarás antes de todos. ¿Vale?

Niki está trabajando en él junto con Sunoo. Exhaló con fuerza, confía plenamente en su pareja y nunca a escuchada alguna excusa de él. Siempre tiene su tiempo, si atención y la confianza es de más. Sus compañeros, no son amigos.

𝒔𝒐𝒍𝒐  𝒖𝒏  𝒓𝒂𝒕𝒊𝒕𝒐 🌧️ 𝒋𝒂𝒚𝒘𝒐𝒏Donde viven las historias. Descúbrelo ahora