Jay terminaba su turno en la tarde. Trabajaba en un a mini lavandería. Sí, él atendía a las personas y les ayudaba a usar las lavadoras. No es un trabajo que sea wow, pero es honesto. Iba directo a una pastelería a comprar un pequeño postre para su persona favorita que lo estaría esperando en el lugar donde acordaron.
Salió del puesto con una sonrisa en su rostro. No paraba de pensar en como se declaró, muy tonto de su parte.
-¡Llegué! -Gritó a lo lejos y su pequeño levanto su rostro y corrió a donde estaba. Le tendió los brazos y lo cargo en su regazo- te traje lo que más te gusta.
-¿De verdad? -Susurro feliz-. Gracias niño bonito.
Paso seis meses. Tres meses donde se conocieron, Jay sabe que le gusta el cielo, el azul y ama la primavera. Sabe que Jungwon arruga su nariz cuándo algo no huele bien o le da mala espina. Que le gusta los pasteles de la panadería Yun. Y la costumbre que tenía en la banqueta no cambia, pero está vez con su compañía. Tomaban un pequeño descanso de todo y se sentaban ahí comiendo las cosas que él traía a su pequeño. Jungwon no es afectivo y es inseguro al decir algo lindo por lo que Jay es el más cariñoso y esté ni reniega. No llevan mucho... De hecho mañana cumplen cuatro meses.
-Está rico ¿lo compraste dónde pasamos la otra vez en nuestra cita? -Jungwon alzó sus ojitos mieles viéndolo con felicidad, esa mirada tierna cuándo se siente pleno a su lado y gustoso del regalo. Ese detalle a Jay le llena su corazón y lo hace latir aún más enamorandolo todos los días.
Jay asintió no quitaba su mirada en él, se le hacía tierno. Al principio Jungwon le costaba expresarle lo que sentía y aunque en ese detalle no le pareció molesto, trató todo de comprenderlo. Sonrío sintiendo la cabecita de su novio en su hombro.
-Y aquí estamos de nuevo -dijo el menor- ¿no te cansaras de acompañarme? -Jay nego a lo dicho- ¿por qué no dices nada?
-Estoy bien acompañándote -Jay le murmuró y besó su frente- siempre estaré.
Jungwon no dijo nada masticando lo que tenía en la boca soltando un gran suspiró. Se quedaron ahí escuchando los carros y observando a las personas. La Abuela de Jungwon falleció hace dos meses atrás y su partida fue dolorosa para su chico. En esa casa lúgubre que ahora nadie vivía. Jay no sabía que esa vez era la última visita. Jungwon estaba despidiéndose de los recuerdos de su padre y de su abuela.
Él sintió como los tiernos ojos de su chico lo miraba, le sonrió feliz. Sintió un escalofríos al sentir las manos de Jungwon entrelazados con las suyas. Mientras que el amanecer se escondía, la luz del sol llegaba a ellos haciéndolo aún más lindo. Los ojos de su chico brillaban con tanta dulzura y él se inclinó para besarla la naricita, esté roronea porque el beso no fue en la boca. Jay se hecha a reír y atrae a su flaco en su pecho. Jungwon no dice nada, solo rodea la cintura bien formada de Jay y tan pacíficamente escucha sus latidos.
—¿Por qué... Estás tan tranquilo Wonie? —Jay lo observaba de abajo y esté seguía escuchando su corazón.
—Eres la cosita más valiosa... Te amo —Dice susurrando cabizbajo y Jay acaricia su cabeza, suavemente y trata de pegarse más a él.
—¡Te ganaste un dino besoooo, mi amor!
Esté solo la carga y Jungwon chilla, ya tenía a Jay encima de él, viéndose a los ojos ambos sonríen.
En ese momento... Las nubes grises soltaron lluvia y ellos solamente se levantan, corren... Entre palabras de aliento ambos estaban bastante enamorados... Jay estaba locamente enamorado del chico que había conocido el día de una tormenta y lo que es ahora, viéndolo correr, animándole y sonriendo.
Ahora brillan un poco más ese gatito.
Un gatito lindo.
Su Jungwon... Su novio, su todo. Su gran artista.
—¡Te amoooooo Yang Jungwon! —Pelinegro se detiene, Jay suspira—. Te amo...
Jungwon se tapa su carita
—Yo más.
Es la misma intensidad...
ESTÁS LEYENDO
𝒔𝒐𝒍𝒐 𝒖𝒏 𝒓𝒂𝒕𝒊𝒕𝒐 🌧️ 𝒋𝒂𝒚𝒘𝒐𝒏
Fanfiction─✧ 𝑗𝑢𝑠𝑡 𝑎 𝑚𝑜𝑚𝑒𝑛𝑡'- ❛ Solo compartí un refresco y una bolsita de gomitas en la banqueta con ese chico solitario... O tal vez fue un solo ratito que los sentimientos crecieron con ambos. ❜