6. agotamiento

355 33 57
                                    

Una semana antes de la desaparición de Mark.

La mesa estaba servida. Repleta de comida, para todos los gustos. Desde ramen hasta carne de res. Celebraban el vigésimo año de Chenle en los dormitorios, disfrutando de las exclusivas noches en donde tenían el tiempo para pasar los siete juntos.

—No sabía si querían soju o cerveza, así que traje las dos —dijo Haechan, dejando las enormes bolsas sobre la encimera de la cocina. Sacó un par de cada una y las dejó sobre la mesa, Jeno inmediatamente tomó una cerveza para Mark y un soju para él. Vio a Jisung tomar una lata de cerveza y lo miró, burlesco.

—No me vayas a besar las patas de nuevo, Jisungie —bromeó. Mark carcajeó ante su chiste, pero Jisung lo fulminó con la mirada desde el otro lado de la mesa.

Se sentaron los siete y comenzaron a comer cuando Jaemin dejó la carne cocida sobre la mesa. El alcohol era infaltable en sus juntadas, y siempre terminaba siendo un desastre. Y esta, no fue la excepción.

Pasada una hora a la mayoría el alcohol ya le estaba pasando la cuenta. Le cantaban el feliz cumpleaños a Chenle en base a gritos y voces exageradas, y él recibía cada regalo con una sonrisa. Recibió zapatillas, prendas de ropa equivalentes al sueldo de un trabajador común, productos tecnológicos que fácilmente él podía costeárselos, pero que sus mejores amigos habían preferido dárselo de regalo.

Aunque a Chenle no le importaba mucho los regalos, le importaba pasar tiempo de calidad con ellos. Pasaban tiempo en exceso juntos, sin embargo, entre trabajos, prácticas y cansancio, eran pocas las oportunidades que tenían para tener algo tan simple como una cena.

Esta vez, no obstante, fue diferente. El cansancio del trabajo los hizo adormecerse apenas la comida terminó. Chenle fue el primero en dormirse apenas se acostó en el sofá. Jisung, ebrio, fue a ayudarlo, y con cuidado tomó su cabeza y la colocó sobre su regazo para que lo usase como almohada. También estiró una manta para taparlo, ya que hacía frío y Chenle sólo estaba usando una camiseta y pantalones. Lo admiró unos segundos, medio adormilado. Acomodó sus cabellos, y no supo si lo soñó o de verdad lo realizó, pero besó la frente de Chenle.

—¡Renjunnie! ¿Vamos a dormir? —chilló un animado Haechan arrimándose a sus hombros.

Renjun lo miró molesto, con el ceño fruncido.

—¡Déjame en paz! —exclamó en respuesta, y trató de zafarse de sus brazos, pero Haechan simplemente lo apretó con más fuerza. Al final lo arrastró a su habitación, y no lo soltó incluso cuando se sentó en la cama.

Instantes después entran Jeno y Jaemin, el primero empujando al segundo con una sonrisita tierna esbozada en el rostro.

—Jaemin-ah... es hora de dormir —canturreó, tirando el edredón de la cama de Jisung hacia atrás.

Jaemin simplemente se rio de él, esbozando una sonrisa. Al ser el único que no tomaba alcohol, verlos tontear entre ellos le causaba ternura y risa simultáneamente.

Dejó que Jeno lo acostase en la cama de Jisung, incluso que lo tapase y acariciase su mollera con su típica sonrisa.

—¿Quieres que te cante una canción de cuna?

—Ya vete a tu cuarto —le regañó Renjun al ver que Jeno tenía las intenciones de sentarse junto a Jaemin. Al ver que no hizo caso él mismo lo tomó del brazo y lo echó de la cama.

—Renjunnie, también deberías dormir...

—Sí, sí, yo me acuesto solo, ya vete —le sonrió cínico y luego le cerró la puerta.

desvanecidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora