La novia sustituta del millonario, pt. 1 (Continuación)

Dime ''esposo''

Esta es probablemente la mirada más amable de Holden le ha dado e incluso le pidió que comprara algo por él. Los latidos del corazón de Jasmine se aceleraron:

─ Está bien señor Lu, lo haré de inmediato.

Antes de que Jasmine se fuera, miró a Elena con mucho orgullo.

Después de despedir a la persona, la mirada de Holden se posó en Elena de nuevo y lentamente jugó la carta en su mano, que era un jaque mate.

Elena se quedó muda, los hombres de la mesa se burlaron de ella y uno de ellos habló:

─ De acuerdo con las reglas del juego, el ganador de la ronda puede hacerte una solicitud.

Ella miró a su esposo.

─ Está bien, aceptaré la petición del señor Lu, ¿o es que deseas que igual te compré un paquete de cigarrillos?

Holden olió un fuerte olor agrio, ella está celosa de nuevo, pero esta vez se supone que estaba cooperando totalmente con ella. Así que apoyo sus hombros sobre la mesa y la miró coquetamente mientras sonreía:

─ Llámame... Mi hombre.

¿Llamarlo mi hombre?

Elena sabe que él está haciendo esto deliberadamente para burlarse. Todos seguían burlándose de ella, así que sentía que su dignidad había sido golpeada.

Elena lo pateó en secreto debajo de la mesa; él no lo evitó, así que la pateó de vuelta.

Ya había una pequeña huella en sus pantalones, por lo que la miró con enfado. Los otros hombres hablaban:

─ Eso te pasa por tratar de intimidar al señor Lu.

─ ¿Qué pasa? ¿Sabes cuántas mujeres quieren tener la oportunidad de decirle así?

─ Creo que a ella le da miedo llamarlo así, ¿será que el señor Lu debe cambiar la palabra?

Los ojos de Holden se desbordaron con un poco de indulgencia y amor, su voz era baja y magnética:

─ Creo que cederé, voy a cambiar mi palabra... Elena, llámame esposo.

¿Qué cree que hace? ¿Llamarlo esposo?

Las orejas de Elena se enrojecieron de repente. Aunque era su esposo legal, ella nunca antes lo había llamado esposo en público.

Ahora todos la miraban con atención, obviamente burlándose de ella. Al verlo hacer una broma, Elena rápidamente se puso de pie.

─ Iré al baño.

─ Elena, jugaste aceptando las reglas, ¿crees que deberíamos hacer una excepción contigo?

Holden vio desaparecer la bonita sombra de Elena y movió lentamente sus delgados labios, luego se levantó:

─ Ustedes jueguen, saldré a tomar un poco de aire fresco.

Elena y Holden se fueron uno tras otro.