Quedáte

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Las cejas, sus mejillas, su nariz, todo su rostro es hermoso e imposible de evitar perderse en sus ojos. Elena recobró la compostura y para poder tomar el pulso de su esposo.

─ Señor Lu, déjame comprobar tu pulso, no te asustes, solo lo haré por rutina.

Holden la miró con seriedad y rápidamente tomó la mano de su esposa, llevándola a sus caderas.

─ No creo que sea un problema con mi pulso, puede ser otra parte de mi cuerpo a la que debas echar un buen vistazo.

Y como si la hubiesen iluminado, Elena rápidamente captó que parte del cuerpo de su esposo dolía. Las suaves yemas de sus dedos tocaron su piel delicada y caliente como si hubiera sido cargada eléctricamente, y quiso retirarlos instantáneamente.

─ Señor Lu, no deberías hacer esas bromas. Si no te molesta, regresaré a la cama.

Holden la abrazó y la encerró en sus brazos. Con la voz más sensual que tenía y rozando sus labios en la oreja de Elena, dijo con voz melosa:

─ Solo quiero estar así contigo, mi querida esposa.

El rostro de Elena se sonrojó y rápidamente cerró los ojos. Probablemente nadie sabría que Holden, un poderoso y abrumador líder de magnates de los negocios, también es cariñoso y suplica por amor. Cuando lo escuchó hablar, Elena tuvo la sensación de entregarse.

CASA DE LA FAMILIA XIA

Jasmine regresó a casa y escuchó la pelea entre Zander y Yuna tan pronto como entró en la sala de estar. Ambos seguían discutiendo por la gran noticia de la que se acaban de enterar...

─ Tú eres realmente una estúpida, no puedo creer que casarás a Elena con el dueño del Jardín Verde, no puedo creer que no investigarás correctamente esta situación, ¡por tu culpa Jasmine no es la señora Lu!

Yuna estaba igual de enojada, no creía que su esposo fuese capaz de echarle completamente la culpa a ella, cuando fue él quien tomó la decisión de casar a Elena con el supuesto desahuciado.

─ Recuerda que tu fuiste quien acepto casar a Elena, recuerda que también tienes la culpa en este asunto. Nadie sabía que Holden Lu era el dueño del Jardín Verde, ni siquiera tú, así que no es solo mi culpa.

La novia sustituta del millonario, pt. 1 (Continuación)Where stories live. Discover now