La tercera petición

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La naturalidad en la que la abuela pedía a su bisnieto la dejaba siempre estupefacta, por lo que no se percató de que habían llegado a la villa... No fue hasta que Holden aparcó en la entrada de la mansión que se dio cuenta de que la villa tenía un estilo euro-americano entre lo discreto y lujoso, típico de su esposo.

Ambos descendieron del auto y entraron al recibidor, después de esto, él quería enseñarle algo ansiosamente. Se dispusieron a subir por la escalera y entraron a la habitación principal, Holden señaló la habitación.

─ Pedí que enviaran tus regalos.

Con expectativa y dudosa, Elena corrió a abrir sus regalos. Primero, abrió una caja con envoltura dorada, dentro de ella había una planta, inmediatamente abrió los ojos de sorpresa y enseguida supo de quien se trataba... Barona, esta es la planta que le había prometido.

Aquella planta que es capaz de traer a alguien de la muerte, es tan roja y peculiarmente hermosa como una mujer. La flor de Datura solo la había visto en los libros y sabía que era muy difícil de cultivar, pero Barona realmente la obtuvo y se la obsequio por lo que estaba realmente conmocionada y agradecida.

Se percató de que había una nota dentro: Elena, feliz cumpleaños. Como lo he prometido, cultivé la flor de Datura, pero tal como dicen los libros debes tener cuidado al manipularla, es muy peligrosa. Yo me he intoxicado, pero no te preocupes, ya me recuperé con el antídoto del loto de Nevada Tianshan. Prométeme que la usaras con mucha precaución. Con cariño... Tu amiga especial, Barona.

Leyó detenidamente la nota y quedo más sorprendida, sí Barona ha cultivado la flor de Datura, por supuesto que es capaz de obtener el antídoto del loto Nevada Tianshan. ¿Barona es una genia en la medicina herbolaria?

Cuidadosamente cerró de nuevo la caja, este era un paso más cerca para curar la condición de su esposo, ya no hay mucho tiempo por lo que tiene que trabajar las 24 horas.

Elena abrió otro regalo, en esta ocasión eligió el que le había dado Usha, conociéndola no le sorprendería encontrar condones o algo por el estilo. Cuando la caja estaba completamente abierta ella observó los accesorios y el babydoll que le había obsequiado, también dejo una nota: Feliz cumpleaños cariño, espero que mi regalo sea del agrado de tu señor Lu y que ambos puedan disfrutarlo, no demores en usarlo.

Rápidamente cerró la caja, completamente roja y nerviosa, volteó a ver a Holden para ver su reacción. Él se había quitado el saco, estaba erguido y sumido en sus pensamientos junto a la ventana de la habitación, se veía muy masculino... Su mirada viajo por todo su cuerpo para regresar a su cintura, se había comenzado a excitar y a imaginar lo que podría hacerle a ese hombre, pero sus pensamientos fueron interrumpidos por una voz profunda e hipnotizante.

─ Señora Lu, ¿en qué piensas?

Elena se sobresaltó y al subir la vista, lo miró a los ojos a través de la imagen que se formaba en el cristal, la descubrió pervirtiendo su cuerpo en silencio y ahora la culpa la corroe.

─ En absolutamente nada.

Holden la miró con los ojos entrecerrados y camino hacia ella.

─ ¿Cuál fue ese regalo que te hizo mirarme pervertidamente? ¿Debo agradecerle a esa persona o debo mandarlo a regañar?

Elena tardó unos segundos en reaccionar, pero rápidamente escondió el regalo bajo la cama.

─ Señor Lu, todos estos regalos son para mí y por supuesto que no te voy a enseñar que es lo que tienen adentro, me voy a duchar, tienes prohibido mirar mis regalos.

Ella lo miró, susurró que tenía prohibido abrirlos y corrió al baño. Holden la observó irse tan apresuradamente que no evitó sonreír, aunque no había tenido novias formales, sabía cuándo una mujer estaba excitada ante él, no en vano han pasado sus casi treinta años.

Una vez que escuchó el ruido de la regadera, sacó su teléfono del bolsillo y observó las llamadas perdidas de Jasmine. En ese momento, entró una nueva llamada y la tomo.

Al otro lado de la línea, Jasmine estaba sorprendida porque su amor platónico tomo la llamada y apresuradamente habló.

Señor Lu, ¿por qué? ¿por qué me hiciste todo esto? ¿Por qué no responder mis llamadas? ¿Por q...?

Holden la interrumpió.

Señorita Jasmine, te concederé 3 segundos para decir lo que quieras.

Señor Lu, me gustas, me gustas desde hace mucho tiempo, ¿por qué decidiste quedarte con Elena? Yo volví por ti... por...

Te queda 1 segundo.

Al escuchar la voz fría y despiadada de Holden, Jasmine apretó el teléfono y sollozando dijo sus últimas palabras.

Señor Lu, yo te rescaté de morir. Me prometiste tres cosas, las cuales ya me cumpliste dos...

Jasmine respiro hondo y continuo:

Ya pensé en mi tercer deseo, quiero... Quiero que te divorcies de Elena y te cases conmigo.

La novia sustituta del millonario, pt. 1 (Continuación)Where stories live. Discover now