Medidas drásticas

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Con un estruendo, Siena golpeó la pared y cayó sobre la alfombra, su corazón que estaba emocionado hace unos instantes paso a ser estrujado con dolor.

─ He... Henry, soy yo... S...

Ella levantó la cabeza para mirar a Henry y este se paró frente al alféizar de la ventana tan largo como un jade. Miró condescendiente a Siena, que yacía en el suelo avergonzada y dolorida.

Hace unos momentos atrapó a esa mujer en sus brazos, embriagado por el deseo, pero conocía a Usha mejor que nadie, ninguna mujer se podía comparar con su fragancia y su cuerpo, incluso Siena.

En el fondo de sus entrañas, quería restregarse mil veces para desaparecer lo que acaba de suceder.

─ ¿Por qué sigues aquí? Sal de mi vista inmediatamente antes de que olvidé que eres hermana de James.

Siena nunca se imaginó que Henry reaccionaría así, estaba muy confiada en que tendría sexo con él, pero el hombre aquí simplemente parecía querer morir al percatarse de que no era Usha. Asustada, trato de justificar su estadía en ese lugar:

─ Henry, Usha me ha dado la tarjeta de tu habitación... Ella...

De alguna forma el hombre sospechaba de eso, ahora que se lo han confirmado solo puede sentir una furia total en contra de su hada, ¡ella es realmente una sinvergüenza!

─ Henry, lo que dije... lo que dije es verdad... Además... Usha dijo... Dijo que te gustan las zorras y... también dijo que eras... Dijo que eras una basura...

Henry se destaca por el completo control que tiene sobre las personas a su alrededor, sin embargo, Usha siempre ha sido la excepción. Le permitió mucho salirse con la suya que esto fue lo último de su paciencia.

Enojado, tiró la botella de vino hacia la pared que casi se estrella en el rostro de Siena. Comenzó a romper todo lo que había en la habitación, fue tal el alboroto que James entró para intervenir:

─ ¿Qué sucede Henry? ¡Joder Siena! ¿Qué estás haciendo aquí?

Siena, que estaba tan aterrada como para moverse, sintió alivio al ver a su hermano.

¡Hermano, por favor ayúdame!

Al ver a su hermana, sabía que ella era la razón de la desquicia de su amigo y como hermano mayor también sabía que debía salvarla.

─ Henry, como hermanos y amigos, te pido que perdones a mi hermana, prometo que la vigilaré para que nunca vuelva a molestarte.

La habitación estaba hecha un desastre, como el dueño, él miró a las dos personas y solo dijo:

─ ¡Llévatela! ¡Y que nunca vuelva a aparecer en mi vista!

Ambos se fueron, mientras que Henry entró a la ducha para limpiar que abrazó a otra mujer. En ese momento, su teléfono móvil sonó, era su secretaria personal.

─ Señor Gu, me han informado que la señorita Usha se fue del bar.

Henry guardó silencio unos segundos, luego dijo con indiferencia:

─ Suspende todas las cuentas bancarias de Usha, cancela todos sus contratos de publicidad, diles que ella se quedará en Darenvil. No le avises a nadie de su personal, quiero que cuando se dé cuenta, venga a verme para implorarme que le devuelva su vida de nuevo.

La novia sustituta del millonario, pt. 1 (Continuación)Where stories live. Discover now