CAPÍTULO 15

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Me despierta mi madre suavemente, aunque da igual la forma en la que me despierten porque siempre gruñire.
-Jess, hija, despierta, que son las ocho de la tarde
-mmmmmmm -gruño- dejame
-Jess han venido a verte
-Diles que me alegro
Como ya he dicho soy bastante borde siempre, pero cuando me despierto aun mas.
-¿Se puede? -dice una voz por detrás de la puerta-
-Si cielo, pasa -contesta mi madre-
Por la puerta aparece Álvaro con un paquete de la mano.
-Bueno chicos, os dejo solos -dice mi madre mientras sale por la puerta-
Miro el móvil, efectivamente eran las ocho PM, la música aún sigue puesta, esta sonando vacío de porta, aunque ya no se oía porque estaban cada casco por un lado.
-Siento haber venido así sin avisar, pero no me contestabas al whatsapp y quería verte.
-No tranquilo si no molestas -digo medio dormida todavía-
Se sienta en la cama y me da el paquete que tenia entre las manos, me hago la sorprendida.
-Esto es para ti -dice- para recompensarte por el susto que te llevaste con tu padre.
-No me dijo nada al final, y creo que tampoco a mi madre, así que no tenias por que comprarme nada
-Ya se que no tenia, pero quería
Awwww que super mono que es, me da el paquete y lo abro con emoción, es una caja de bombones nestle, de estos que anuncian por la tele.
-Dale la vuelta -dice-
Hago lo que me dice y me encuentro con una rosa pegada a la parte de atrás de la caja. Dios mio, es guapo, detallista, majo, si es que lo tiene todo el chaval. Despego la rosa y la sujeto entre los dedos pulgar e índice. Me lanzo a besarle en la mejilla, pero sin querer, o tal vez queriendo, gira un poco la cabeza y se lo doy en la boca. Sinceramente no me importa, así que continuamos el beso durante un tiempo, hasta que sonrío y nos despegamos.
-¿Teníamos que acabar lo que empezamos no? -dice-
-claro -me río-
Pasa el brazo izquierdo por detrás mio y me abraza, busco en el móvil una canción bonita (elegí young and beautiful de Lana del Rey) y le pongo un casco en su oreja izquierda y el otro en mi oreja derecha. Nos quedamos así hasta que vuelven a llamar a la puerta, Álvaro quita el brazo de donde estaba y yo la cabeza de su hombro, y nos quedamos así, quietos hasta que pasa la persona que llamó.

La vida de Jess.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora